Hasta la zona arqueológica de El Tecomate en Juan Aldama, Navolato llegaron cientos de personas para cargarse de energía en el Equinoccio de Primavera.
Por: Jacqueline Sánchez Osuna
Hasta la zona arqueológica de El Tecomate en Juan Aldama, Navolato llegaron cientos de personas para cargarse de energía en el Equinoccio de Primavera.
"La Piedra Pintada", uno de los vestigios de El Tecomate. Foto: Rudy Mendoza
Visitar la zona arqueológica de El Tecomate ya se está volviendo una tradición. Cientos de personas llegan hasta la sindicatura de Juan Aldama, "El Tigre" en Navolato para recibir el Equinoccio de Primavera.
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Y es que para muchos esta zona arqueológica es uno de los secretos mejor guardados de Navolato. Ahí, se pueden encontrar vestigios arqueológicos en especial uno conocido como "La Piedra Pintada".
Estos petrograbados y vestigios son de origen prehispánico de la cultura Tahue de fines del siglo XVI.
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Desde hace aproximadamente cuatro años a la fecha se realizan rituales a donde las personas asisten para realizar rituales y recibir la energía del sol con la llegada del Equinoccio de Primavera.
Durante la celebración, los asistentes se cargan de energía y participan de la cultura del lugar. Ya se está volviendo en una tradición visitar este lugar enclavado al pie del Cerro del Tecomate.
La celebración del Equinoccio se celebra cada 21 de marzo, donde el día y la noche tienen exactamente la misma duración.
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