Con la música en la sangre, JP ha compartido su talento a todos en su ciudad.
Por: Jacqueline Sánchez Osuna
Navolato, Sinaloa.- A sus 70 años, Juan Pablo Ayala Sánchez, conocido cariñosamente como "JP", es reconocido como una figura emblemática en Navolato, cargando consigo no solo el legado de su propia carrera musical, sino también la herencia que le dejó su padre, Ramón Ayala Carrasco.
Desde los 18 años, JP se sumergió en el vasto universo de la música, inspirado por su padre, quien, a su vez, fue uno de los fundadores de la música de banda en Navolato. Ramón Ayala Carrasco, clarinetista de la renombrada banda "Los Conrados de Don Conrado Solís", marcó el camino de la familia Ayala en el mundo de la música.
Juan Pablo, un virtuoso de diversos instrumentos como el clarinete, saxofón, tambora y tarola, ha dedicado su vida a enseñar y compartir su pasión musical con generaciones de músicos en Navolato. Su compromiso con la enseñanza ha influido en numerosos talentos locales que hoy en día son parte integral de las diversas bandas de la región.
La historia de la música en la familia Ayala continúa con los hijos de JP, quienes fundaron influyentes bandas en Navolato: La Única de Navolato, Puro Navolato, Los Plebes de Navolato y Nueva Generación. Luis Oswaldo, Teófilo Omar, Gael Zulema, Juan Ignacio, Eder Said, y otros, han llevado adelante la tradición musical iniciada por su abuelo y padre.
Con un sentido de orgullo palpable, JP destaca la destreza musical de sus descendientes y de los músicos que ha formado a lo largo de los años. Su conexión con la música es más que técnica; es un legado arraigado en la sangre, transmitido de generación en generación.
Juan Pablo recuerda con cariño los inicios de su padre en la banda de Los Conrados de Don Conrado Solís y cómo, tras su desintegración, Ramón Ayala Carrasco formó su propia banda, La Costeña y La Sinaloense. Hoy, las bandas Los Plebes y Nueva Generación continúan esa tradición, marcando el ritmo de Navolato con su talento y pasión.
A pesar de los años, JP sigue siendo un pilar musical en su comunidad, tocando en las bandas de sus hijos y compartiendo su conocimiento con quienes buscan aprender. Su legado es más que una melodía; es un testimonio de la rica herencia musical que ha dado forma a la identidad de Navolato. Con una vida dedicada a la música, Juan Pablo Ayala Sánchez sigue siendo un referente indiscutible en el escenario musical de su amada tierra sinaloense. JP es el maestro de varias generaciones de músicos en Navolato. ¡Que siga viva la música de banda!
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