La Laguna del Náinari desempeña un papel vital en el equilibrio ecológico de la región, ya que actúa como un reservorio de agua importante para la conservación de la biodiversidad local.
Por: Santiago Rosas
Ciudad Obregón cuenta con una atracción que garantiza una buena tarde en familia: la Laguna del Náinari. En esta ocasión, queremos destacar la belleza e importancia de este oasis que ha logrado convertirse en un punto de encuentro para la recreación y la conexión con la naturaleza.
La Laguna del Náinari es un cuerpo de agua que se extiende a lo largo de 28 hectáreas, rodeado de exuberante vegetación y biodiversidad. Su nombre, que significa "fogata" en lengua yaqui, hace referencia a los fuegos que veían los yaquis cuando los vaqueros encendían a lo lejos. Esta laguna es un verdadero paraíso para las aves migratorias y las especies endémicas de la región, convirtiéndose en un destino imperdible para los amantes de la observación de aves.
Este oasis natural también ofrece diversas actividades recreativas para disfrutar en familia o con amigos. Los paseos en lancha por la laguna son una opción popular, permitiendo a los visitantes explorar sus aguas tranquilas y admirar la flora y fauna que la rodea. Además, los espacios recreativos a orillas de la laguna ofrecen áreas de picnic, senderos para caminatas y espacios para practicar deportes acuáticos como el kayak y el paddleboard. También cuenta con muchos puestos de snacks locales, como por ejemplo cocos y papitas preparadas.
La Laguna del Náinari también ha sido un importante punto de encuentro para la comunidad, albergando eventos culturales y festividades. El famoso Festival del Pitic, que celebra la música y el arte sonorense, ha encontrado en la laguna un escenario natural excepcional para deleitar a los asistentes con presentaciones en vivo y actividades culturales.
Además de su belleza escénica y su valor recreativo, la Laguna del Náinari desempeña un papel vital en el equilibrio ecológico de la región. Actúa como un reservorio de agua importante para la conservación de la biodiversidad local y contribuye a la regulación del clima en la zona.
Lee también: Las especies endémicas de Sonora que enriquecen la regiónCiudad Obregón se enorgullece de contar con este oasis natural que embellece su paisaje y brinda una conexión especial con la naturaleza. La Laguna del Náinari es un refugio para la fauna y flora, un espacio para la recreación y un lugar para preservar y valorar el medio ambiente.