Biblioteca Palafoxiana: Un tesoro de conocimiento e historia

En 1981, la Biblioteca fue nombrada Monumento Histórico de México por su bellísimo recinto emblema del Barroco Novohispano.

Por: Andrea Muñoz Gris

La biblioteca Palafoxiana fue fundada en 1646 con la donación de 5 mil volúmenes, realizada por el Obispo Juan de Palafox y Mendoza a los colegios tridentinos.

Esta fue la primera biblioteca pública de América. En el año de 1773 el Obispo Francisco Fabián y Fuero mandó construir los dos primeros niveles de estantería en cedro. 

En el primer nivel se resguardan libros de Teología. En el segundo nivel se resguardan libros de la interpretación del hombre y en el tercer nivel se resguardan libros sobre el Renacimiento.

En el año 1981, la Biblioteca fue nombrada Monumento Histórico de México por su bellísimo recinto emblema del Barroco Novohispano.

Dejó de ser pública y se convirtió en museo, aunque hasta la fecha sigue dando servicio a investigadores de todo el mundo. En 2005, la Biblioteca Palafoxiana fué registrada por la UNESCO como Memoria del Mundo, hecho que la convierte en un tesoro universal. La Biblioteca Palafoxiana es el único sitio de este continente que resguarda un acervo de tal naturaleza, único en su tipo, conservando el concepto y la estructura de una Biblioteca Novohispana.

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El fondo antigüo de la Biblioteca Palafoxiana está conformado por más de 45,169 volúmenes, cuenta con 7 impresos Mexicanos y 9 incunables cuyo libro más antigüo data del año 1475.

Además, integran su acervo 5 mil 348 manuscritos, más de 800 impresos sueltos y cerca de mil 500 grabados. Entre sus obras más importantes se encuentran la  Ciudad de Dios de San Agustín ( 1475), la Crónica de Nüremberg de Antón Koberger (1493) y de Humani Corporis fábrica de Andreas Vesalio ( 1543 ).

Asimismo, cuando se construyeron los dos primeros pisos de la estantería, la cuál es un fino trabajo de los ebanistas novohispanos que diseñaron de manera armoniosa las maderas de ayacahuite, polocote y cedro, se trabajò en el retablo donde se ubica la pintura de la Virgen de Trapani ( se encuentra en Sicilia - Italia ), pues Juan de Palafox y Mendoza era muy devoto de la Virgen. Así también, en la parte de arriba del retablo está la pintura de Santo Thomás de Aquino del año 1770.