Este lugar esconde un laberinto de pasadizos con más de 1.900 criptas. Anímate a descubrir todos sus misterios.
Por: Esteban Adrián Morales Noé
En la ciudad de León, Guanajuato existe un templo que resalta por sus detalles, grandes pilares, hermosas ventanas de diferentes colores que asemejan a los mosaicos; así como por su fachada en tono cálido que regala a sus admiradores un momento de calidez y paz con sólo admirarlo. Además, presume de un estilo neogótico, por lo que es una obra arquitectónica apreciada por sus habitantes y turistas que desean visitar el centro de la ciudad.
Pero remontémonos un poco a la historia de León Guanajuato. Esta ciudad fue fundada ya hace más de 400 años, para ser exactos el 20 de enero de 1576, con el nombre de la "Villa de León de la Nueva Galicia", que posteriormente cambiaría su nombre a Intendencia de Guanajuato y finalmente como lo conocemos hoy en día: León de los Aldama, de acuerdo con Gobierno de México.
No fue hasta 1921, cuando el padre Bernardo Chávez Palacios, ideó el templo y empezó su construcción; que fue interrumpida por la inundación que hubo en 1926 y por la guerra Cristera suscitada de 1926 a 1929. No obstante, los trabajos de construcción culminaron en el año de 2012, y que mejor inauguración que con la venida del Papa Benedicto XVI, en su visita por Guanajuato.
Y si visitas el Templo Expiatorio del Sagrado Corazón de Jesús, ¿qué sorpresas encontrarás en su interior? Existen 7 catacumbas dentro de este situadas a 12 metros debajo del mismo; a su vez, se encuentra un laberinto de pasadizos con más de 1.900 criptas y restos de huesos humanos. Y si tienes más curiosidad por este lugar, déjame presumirte su hermosa campana que sólo se usa en momentos especiales ya que esta llega a pesar 2 toneladas, y en la actualidad se ocupa un sonido eléctrico que asemeja a una campana para llamar a la gente a misa.
A la entrada, cuenta con unas puertas enormes, con bastidores de hierro, y figuras de hombres marcados en ellas. Esta fue una idea y diseño del arquitecto mexicano, José Carlos Ituarte González. En tu recorrido por el recinto, podrás apreciar cientos de butacas talladas en madera, con santos y vírgenes alrededor, a los que la sociedad se acerca para agradecer o pedir por sus seres queridos.
En Guanajuato, este templo presume de ser el Notre Dame mexicano.
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