El camino de Juan Carlos Bejarano: Transformando la logística para empoderar a pequeños negocios en Puebla

Su logro demostró que, sin necesidad de contar con enormes recursos económicos, las personas son capaces de alcanzar resultados extraordinarios mediante sus conocimientos y su deseo insaciable de información.

Por: Miguel Burgos Martínez

Puebla.- Juan Carlos Bejarano es un estudiante de Ingeniería Industrial y de Sistemas en el Tecnológico de Monterrey, Campus Puebla. Originario de Puebla, desde su juventud le inculcaron valores que destacan la importancia de buscar la prosperidad no solo personal, sino también para aquellos que lo rodean. La enseñanza recibida desde temprana edad le inculcó la idea de que podía contribuir al bienestar de otros mediante su trabajo y esfuerzo para mejorar situaciones de vulnerabilidad en la vida cotidiana.

El apoyo constante de sus padres fue crucial para que Juan Carlos lograra ingresar a la universidad de sus sueños, viéndola como una oportunidad para aprovechar al máximo los recursos proporcionados por esta institución. Desde los primeros años de su carrera universitaria, Juan Carlos se propuso aprender sobre diversas situaciones que pudieran optimizarse mediante sus conocimientos en logística y sistemas de distribución de bienes y servicios.

Fue durante su cuarto semestre universitario, gracias al respaldo de un profesor y la participación en una materia específica, cuando Juan Carlos identificó una oportunidad de mejora en la logística de pequeños negocios, como tienditas y comercios de tamaño micro. Descubrió que existía un área de oportunidad en la distribución de productos para estos negocios, especialmente en relación con los costos que debían afrontar para satisfacer sus necesidades.

Juan Carlos se dio cuenta de que estos pequeños establecimientos se veían afectados por los precios impuestos por empresas más grandes, las cuales, en cierta medida, abusaban de su dependencia y capacidad para establecer precios que, aunque solventes para las grandes corporaciones, resultaban injustos en términos de solvencia y rentabilidad para los comercios de menor tamaño.

Motivado por esta observación, Juan Carlos se propuso encontrar soluciones para optimizar la cadena de suministro y reducir los costos asociados a la distribución de productos en estos negocios. Su visión va más allá de la mera obtención de conocimientos académicos, ya que busca aplicar sus habilidades y contribuir a mejorar la situación de estos pequeños comercios, fortaleciendo así la economía local y generando un impacto positivo en la comunidad.

El propósito fundamental de esta clase fue desarrollar las capacidades intelectuales de los individuos para que pudieran identificar áreas de oportunidad en distintos aspectos de logística relacionados con tienditas y negocios de tamaño micro. Después de este proceso, se llevó a cabo un concurso en el cual los estudiantes compitieron por un boleto proporcionado por el profesor para asistir a un viaje al MIT.

Este viaje ofrecía la posibilidad de dar continuidad a sus proyectos y competir a nivel internacional, determinando así cuál de los proyectos merecía apoyo no solo mediático, sino también económico para convertir los prototipos en realidades concretas, todo esto gracias al programa MIT Low Income Firms Transformation (LIFT) Lab.

Juan Carlos destacó al quedar en el top 5 entre cientos de proyectos a nivel internacional. Su logro demostró que, sin necesidad de contar con enormes recursos económicos, las personas son capaces de alcanzar resultados extraordinarios mediante sus conocimientos y su deseo insaciable de información, simplemente observando las necesidades de quienes les rodean, a veces pasadas por alto.

En la actualidad, Juan Carlos tiene la aspiración de dar continuidad a este proyecto. Para ello, ha solicitado una beca de prospectos sociales ofrecida por la Universidad de Nueva York. Aunque recibió la respuesta en octubre de 2023 de que su proyecto ya había superado la fase inicial y mostraba un progreso alentador, como una excepción a la normativa de la convocatoria, se le brindó la oportunidad de participar en fechas distintas para presentar su proyecto, ya sea de manera virtual o presencial en Nueva York o España.

De esta manera, continúa creyendo y construyendo un sueño que se proyecta como una realidad sumamente esperanzadora, inspirando una grandeza excepcional en una persona que, como todos nosotros, sólo necesitó dar un paso hacia adelante.

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