El adulto mayor, originario de Mocorito, hace más de 25 le diagnosticaron un tumor en la cabeza, motivo que lo obligó a dedicarse a cuidar automóviles en Culiacán
Por: Juan Madrigal
Culiacán, Sinaloa.- “Desde hace más de 25 años que me dedico a este oficio, desde que me detectaron un tumor en él celebro y tuvieron que pensionarme porque ya no puedo hacer labores pesadas”. Es la historia de Antonio Rojo Cárdenas, cuidador de automóviles, quien al padecer un tumor cerebral le quitó fuerzas físicas, pero no le baja el sentido de responsabilidad para seguir trabajando y llevar el alimento a su hogar.
El adulto mayor relata, que el dinero que otorgan de pensión no le alcanzaba para cubrir sus gastos, por eso nomás se recuperó de la enfermedad y se puso a trabajar de “Viene, viene” o “franelero” Hace ya más de dos décadas que inició con ese oficio en el estacionamiento de un reconocido supermercado ubicado cerca de la “Central Vieja”. Y a los años se cambió en el que se ubica aledaño al Mercado de Abasto, pero con la llegada de la pandemia ya no se les dio trabajo.
Era demasiada la necesidad del señor de 74 años de edad, que solicitó trabajo de “cuida coche” donde actualmente labora de cuatro de la tarde a diez de la noche. “Estoy muy agradecido con la encargada de la farmacia porque el día que vine a pedirle trabajo, me brindó su apoyo”, dijo.
Con franela roja en mano y silbato colgado al cuello, Antonio despide con la frase “Dios lo (o los), acompañe”, a cada uno de los automovilistas que llegan a realizar compras a una conocida farmacia establecida sobre la Calzada Heroico Colegio Militar y Revolución, en la colonia Emiliano Zapata.
“Me gusta más estar aquí, porque me queda cerca de mi casa. Ya no gasto en camiones y me queda poco más de dinero para las tortillas. Además, con la pensión de AMLO, me sirve para pagar agua, luz, gas y otras cosas como gastos médicos”, expresa el vecino de la colonia Margarita.
El hombre originario del Rancho de la Mora de los Ojeda, Mocorito, asegura que le den o no propinas, él siempre los despide con una buena cara y saludo; solo pide mayor empatía y respeto de la gente. “Aunque se vea fácil, este oficio es peligroso, en ocasiones te echan el carro, uno tiene que estar muy listo”, confiesa el adulto mayor.
Rojo Cárdenas señala estar agradecido con Dios, porque a pesar de las adversidades de la vida, el “Todo Poderoso”, le ha dado una bonita familia que formó con su esposa Isaura Gallardo, con quien procreó cinco hijos, que siempre están unidos. “Me siento muy orgulloso de mis hijos porque son personas de bien, no toman y ni fuman, solo se dedican a trabajar y a su familia. Y siempre les agradezco su ayuda que me dan cuando lo necesito”, expresa, Antonio.
“Uno si se cansa y más a mi edad, pero mientras Dios me siga dando fuerza, voy a seguir trabajando”, concluye el mocoritense. Está convencido que la peor pérdida de la vida es dejar de luchar, por su esfuerzo cotidiano el ingreso llega… viene, viene, viene…
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