En las paradas de camiones el trajín urbano toma una pausa para darle paso a la música de violín, un deleite para transeúntes.
Por: Jacqueline Sánchez Osuna
Culiacán, Sinaloa.- En la esquina Álvaro Obregón y Ángel Flores, en pleno corazón del Centro de Culiacán, Sinaloa, se encuentra un talentoso violinista cuya vida está unida a las cuerdas de su amado instrumento. Alfonso Sánchez Félix, originario de Los Mochis, encontró en la música no solo su pasión, sino también su camino hacia el desarrollo profesional, marcando seis años de su historia en la ciudad capital que ahora llama hogar.
Alfonso, a sus 14 años, decidió que el violín sería su compañero de vida. Pero el amor por la música germinó mucho antes. Desde sus tiernos cuatro o cinco años, la melodía del arte resonó en su corazón gracias a los discos que sonaban en su hogar. Con un internet incipiente, se aventuró en el mundo de la música clásica, cautivado por los conciertos que absorbía con devoción. Su hermana, testigo de su fascinación, instaba a cambiar de canal, pero Alfonso no podía apartar la mirada de los músicos y sus instrumentos.
El violín se cruzó en su camino durante sus primeros años en Los Mochis, donde asistía a conciertos en vivo y festivales de música. Aunque no comprendía del todo por qué, el violín se destacaba entre los demás instrumentos, llamando su atención de manera inexplicable.
Su viaje con el violín comenzó de manera peculiar. En un entorno donde no existía una escuela dedicada al instrumento, Alfonso optó por aprender con un mariachi, específicamente con Los Arrieros. Se lanzó de lleno, aprendiendo sobre la marcha, dejándose envolver por la magia del violín.
El talento de Alfonso no es un don innato, sino una habilidad adquirida a través de la práctica constante. Reconoce la exigencia del violín y la dedicación que requiere. Desde su experiencia, subraya la importancia del tiempo y esfuerzo para dominar el arte.
Como músico freelance, Alfonso enfrenta los desafíos propios de un emprendedor artístico. En el mundo real, la música no solo exige dar de sí mismo, sino también económicamente. Sin embargo, encuentra satisfacción en su trabajo y disfruta de la libertad que le brinda ser su propio jefe en el mundo de la música.
En las calles del Centro de Culiacán, Alfonso despliega su arte diariamente. Soltero y arraigado en la Obregón, observa la vida pasar mientras acaricia las cuerdas de su violín. Para aquellos que deseen sumergirse en su mundo musical, Alfonso invita a contactarlo a través de su número 6681991109 o en sus redes sociales bajo el nombre de @Poncho Sánchez Violinista.
Así, la vida de Alfonso Sánchez Félix se convierte en una melodía única, entrelazada con las cuerdas de su violín, resonando en las calles de Culiacán y dejando una huella musical en el corazón de aquellos que tienen el privilegio de escucharlo.
En Culiacán, hay un mochitense que deleita a los transeúntes. Paciente y a ritmo de la exquisita música, logra que la espera en los paraderos de camión urbano sea más llevadera. Incluso, al expresar sus notas, el mensaje de la música vuelve sensible el espíritu de los transeúntes, aligerando las cargas pesadas de la vida.
Con su música, Poncho se convierte en un bálsamo contra la aflicción y una inspiración con mejores motivaciones de vida. En las calles de Culiacán su música es un cambio de ruta en los ritmos cotidianos por donde viaja la vida urbana.
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