Por: Victor López
Robert Eggers es un joven director que debutó en 2015 con una increíble película de terror llamada La Bruja —la cual está disponible en Netflix—, posteriormente se arriesgó a innovar con su filme llamado El Faro (2019), que, aunque no es tan bueno como el primero nos entregó la mejor actuación de Robert Pattinson en su carrera al momento.
Hoy, 3 años después, Eggers vuelve a impresionar a la audiencia, debutando en el cine épico con una historia basada en la leyenda escandinava del príncipe Amleth, lo cual me hace preguntarme: ¿Hay algo que este hombre no haga bien?
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Es que si hay una palabra para describir El Hombre del Norte es, precisamente, la misma de su género: épica. Una historia con un ritmo fluido, cinematografía espectacular, buen desarrollo de personajes y un desenlace poético.
Si te preguntas de qué va, aquí te lo resumo: Amleth (Alexander Skarsgard) es un joven príncipe que se está preparando para volverse rey, pero su tío, Fjölnir (Claes Bang), queriendo robar el trono, asesina al padre de Amleth, dejándolo desamparado y obligándolo a huir, no sin antes jurar venganza para su padre.
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Cuando crece, el muchachito se convierte en todo un guerrero, sin miedo a enfrentarse contra cualquiera que se le ponga en frente y listo para ir a saldar su deuda con el destino: asesinar a Fjölnir para recuperar su honor.
En ciertas partes de la cinta se siente la sensación de que el protagonista no evoluciona y solo lo estereotipan en la búsqueda de venganza, sin embargo, esto cambia cuando aparece Olga (Anya Taylor-Joy) una joven esclava que ayuda a Amleth a conseguir su venganza, pero también le da más profundidad al personaje.
Robert Eggers se aprovecha de lo que mejor sabe hacer: crear ambientes tensos, llenos de incertidumbre y que te hacen querer descubrir hacia dónde nos lleva la historia. El Hombre del Norte se coloca en su mejor largometraje en su corta carrera como director y hay que echarle el ojo, porque en cualquier momento nos entrega una obra maestra este hombre. No está tan lejos.