Por: Jacqueline Sánchez Osuna
Más de 2 mil pueblos y ranchos de Sinaloa tienen nombres de plantas. En Culiacán los árboles de huizaches definen a un sector muy populoso, que se ha ganado el crédito de tener el tianguis más grande y con más años de permanencia en la ciudad.
En 1987, parte del límite del Sector Sur de la ciudad de Culiacán era la calle México 68. Alrededor de la avenida Álvaro Obregón, a los dos costados sólo tenía monte. Pero en 1987, cuando se inició la construcción del parque 87, se despertó una ola de invasiones a los ejidos de El Vallado y El Palmito, que se los “comió” la ciudad, generando las colonias del sur de Culiacán.
María Engracia Buenrostro era una líder de colonia que vio una gran oportunidad de asegurar terreno para vivienda a un costado del naciente parque, que se convertiría en símbolo de Culiacán. Fue ella y otras líderes, con cientos de seguidores, las que se apropiaron de las parcelas enmontadas para abrir solares y trazar una nueva colonia.
Décadas atrás los ejidatarios ya habían desmontado esos terrenos que pensaban darle uso agrícola y pecuario, pero sus proyectos fracasaron por falta de agua para riego. En pocos años, esos terrenos se volvieron a enmontar con vegetación secundaria, entre la que destacaba la abundancia de árboles de huizaches.
No fue difícil ponerle nombre a la colonia. A la naciente invasión le llamaron: Los Huizaches. Fueron los mismos invasores los que trazaron los solares y las calles. Era un caserío de cartones, láminas de cartón, tablas y lámina galvanizada, y poco a poco fueron levantándose casas de materiales duraderos. Era el símbolo de la precariedad en Culiacán.
En ese tiempo no había constructoras haciendo vivienda popular, salvo el INFONAVIT en el sector Humaya y luego en Barrancos.
En Sinaloa el árbol de Huizache es ampliamente reconocido en el medio rural. Su distribución se da por todo el estado y corresponde a la vegetación semidesértica. Hoy se emplea con fines ornamentales, pero en la antigüedad su dura madera se usaba para horcones de las casas de adobes crudos, para marcos de puertas, para hacer carretas o simplemente para postes de cercas de predios.
El nombre botánico del Huizache sinaloense (porque en otras regiones llaman huizache a otras especies) es: Caesalpinia cacalaco. El árbol presenta unas bonitas flores amarillas y unas vainas con semillas comestibles. Sus tallos tienen unas espinas de base ancha y puntiagudas.
Las limitaciones económicas de cientos de familias de ese sector de invasiones motivaron años después que las personas fueran ahí a ofrecer en venta de calle, ropas y diversos productos domésticos usados, a bajo precio. Así nació el Tianguis de la Huizaches, que fue creciendo en dimensiones jamás pensadas, hasta convertirse en el espacio de venta de calle más popular de Culiacán; el más más grande, más antiguo y más dinámico.
A más de tres décadas del surgimiento de la colonia Los Huizaches, no olvidemos el árbol que le dio origen. Los vecinos deberían plantarlo como símbolo urbano. Los Huizaches son en Culiacán Orgullo de Pertenencia.