Fer lleva el arte a través del dibujo y el maquillaje

Fer, pasa su tiempo pensando ideas para su maquillaje y sus dibujos y la inspiración suele llegar fácilmente, muchas veces motivada por los sentimientos que tiene durante el día

Por: Luna Lizárraga

Culiacán está lleno de personas artísticas. No hablamos sólo de autores profesionales que se sostienen económicamente gracias a sus obras, sino también de las personas que pasan entre sus clases dibujando en sus libretas, de las que se levantan en la madrugada para tocar guitarra y de quienes no pueden vivir sin historias en la mente, ansiosas de llevarlas al papel.

Con el objetivo de dar a conocer a estas personas, visibilizar la cultura en Culiacán y entender las cosas que nos motivan a crear, entrevistamos algunas de las voces que representan diversos aspectos del arte. Una de ellas es Fer Guzmán, conocida en Instagram como SpookyFroog y Spoooky.Doodles. Se especializa en el maquillaje y el dibujo, con los que expresa distintos aspectos de su personalidad e intereses. 

Fer, lleva en el arte desde pequeña. En sus propias palabras, “fue un desarrollo que se dio naturalmente, orgánico. Desde chiquita me interesó pasar tiempo yo sola, viendo caricaturas. Inicié con el dibujo porque me parecía muy padre imaginar y plasmar ideas”. Algunas de sus series animadas favoritas de entonces eran Bob Esponja, Rugrats y otras series de Nickelodeon. Su gusto por el dibujo se quedó como una parte importante de su vida a la que acude para relajarse y conectar con sus pensamientos.

Llegó al maquillaje en su adolescencia principalmente por los videos de Luna Martínez. “Se volvió una forma de expresar algunas ideas que tenía o de ciertas maneras que quería verme.” en los que se inspira de lo fantástico y del horror para crear imágenes impactantes para llevar en su vida diaria o como parte de su contenido para redes. Las películas de Tim Burton están entre sus referentes visuales, sobre todo en la forma en que retrata cuerpos difuntos. Aunque parezca contradictorio, no suele ver películas de terror por el miedo que le generan.

 

 

 

 

 

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Señala que prefiere desarrollar su propia estética combinando elementos de corrientes alternativas antes que caracterizar a personajes de la cultura pop. Disfruta mucho la creación del concepto, donde puede explorar diferentes ideas hasta llegar con la adecuada para sus intenciones artísticas. Le encanta también la ejecución, aunque reconoce que puede ser frustrante cuando las cosas no salen como esperaba. En total, el maquillaje suele tomarle alrededor de seis horas, aunque ha llegado a dedicar 12 horas continuas a un proyecto.

Fer, pasa su tiempo pensando ideas para su maquillaje y la inspiración suele llegar fácilmente, muchas veces motivada por los sentimientos que tiene durante el día. Cuando se le ocurre algo, no pasa mucho tiempo hasta que está trabajando en hacerlo realidad. Aunque la hoja en blanco no le supone un freno, su estado mental puede llevarla a dejar sus pasiones por tiempos indefinidos, pero eventualmente regresa con la pasión que le caracteriza. 

 

 

 

 

 

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El arte es esencial en su vida. Desde que se levanta piensa en cómo quiere verse, la ropa que va usar, los colores con los que se identifica en ese momento y los accesorios para completar la estética. Es un elemento inseparable de su personalidad. Fer, hace una distinción entre lo que busca expresar en el dibujo y el maquillaje. Suele canalizar emociones más tranquilas en sus ilustraciones como la tristeza o la alegría, mientras el maquillaje es más agresivo, performativo y directo. Ambos medios coinciden en su afinidad por lo tenebroso, el halloween, los gatos y los fantasmas. 

Preguntando qué es el arte para ella respondió “Es mi estilo de vida, mi personalidad. Es mi escape creativo y cómo digiero mis emociones y acontecimientos importantes en mi vida [...] He visto mucho en diferentes etapas de mi vida que junto con ellas he mejorado más porque cuando más triste me siento es cuando más me enfoco en una sola cosa [...] Me acuerdo muy bien de cómo me sentía mientras hacía cada una de mis obras”. 

 

 

 

 

 

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Cada artista es más que las obras que produce. Es una vida entera dedicada a ser honesto con uno mismo en lo que quiere expresar al exterior, trabajar por horas en mejorar la técnica y luchar contra voces que dicen que no vale la pena. Conocer de dónde vienen nos ayuda a conectar con su trabajo, entender el contexto en el que existen y encontrarnos como espectadores a través del diálogo implícito con el artista. 

Más valioso que el arte en sí mismo son las personas que encontramos en estos medios una manera de llegar a otros y formar, aunque sea por un momento, parte de su vida.