El sabor de sus postres deleita a todos en Navolato.
Por: Jacqueline Sánchez Osuna
Navolato, Sinaloa.- El aroma del pan recién horneado con unas notas dulces, invade la casa de Yesika Rocío Berrelleza López. En la colonia Calderón, todos saben quién es “bonnis”, la de los pasteles deliciosos.
Mamá de dos hijas, Rocío dedica parte de sus días a la elaboración de postres y pasteles que encantan a todos sus clientes en Navolato, Sinaloa.
Además, con ello enseña a sus hijas a ser emprendedoras y elaborar diversos productos que comercializan para ayudarse con el pago de sus estudios.
Rocío, es mamá de Alejandra Nohemí y Marley Zazueta, ellas han crecido viendo a mamá elaborar sus pasteles, por lo que encontrar el refrigerador lleno de postres no resulta ser ninguna sorpresa.
Lee también: Las mejores carnitas de puerco las hace María Nela en Altata, NavolatoTan es así, que Alejandra Nohemí, la mayor de sus hijas ha iniciado en el mundo de los panes y pasteles.
Hace algún tiempo, observando a Rocío aprendió a elaborar roles de canela, que ahora comercializa y vienen siendo un sustento para su carrera.
“Ella aprendió a hornear panes viendo. Hace roles de canela, son un éxito entre sus clientes y se dedica a eso. Gracias a Dios con eso que gana cada semana se paga la escuela. Ella estudia Trabajo Social y es una gran ayuda. Mantiene sus estudios con lo que gana”, dice la orgullosa mamá.
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Pero este oficio que Rocío adquirió y ahora hereda a sus hijas, no fue obra de la casualidad.
Con la intención de consentir a su padre, el señor Jesús Alfredo Berrelleza, que era un amante de los postrecillos, Yesika Rocío entró a la cocina y metió las manos entre la harina.
“Yo no sabía hacer nada, pero a mi papá le gustaba mucho que le hiciera flanes, gelatinas, postres de todo tipo y sola fui aprendiendo, cometiendo errores. Ya con el tiempo me he especializado con cursos y diseños novedosos”, dice con una sonrisa.
A pesar de que es una experta en la elaboración de pays, flanes, gelatinas, gallegas y demás, para ella el volteado de piña le deja un sabor por demás agradable.
“El volteado de piña, aprendí a hacerlo porque a mi papá le gustaba mucho. Era muy dulcero. Ahora que ya no está, preparar un volteado de piña tiene un sentido más especial, porque me recuerda a mi papá”, dice con una voz entrecortada.
Es que el amor que Yesika siente por su padre es inigualable, asegura que a veces cuando prepara sus volteados de piña, puede llegar a sentir la aprobación de su padre.
Para ella no solo sabe a piña, le sabe a recuerdos, a nostalgia y amor.
A sus 42 años, se siente orgullosa de lo que ha logrado, pues con la venta de pasteles y postres se ha convertido en una fortaleza en su hogar.
Ayudar a la manutención de la casa llega a traerle mucha satisfacción.
“Para mí es muy gratificante poder ayudar a mi esposo con la manutención de nuestra familia, para él, seguro que también lo es porque es una ayuda que recibe en estos días, en los que todo está caro y además, uno siempre quiere que los hijos estén bien y no carezcan”, dice con voz de reflexión.
Según “bonnis”, sí se puede sacar adelante una familia dedicando su tiempo por completo a la elaboración de piezas de repostería, por ello es que ha echado mano de las redes sociales y creó una cuenta para darse a conocer y traer a más clientes.
“Creaciones bonnis surgió para tener una plataforma para dar a conocer nuestros productos y sí nos va muy bien. La idea es que todos los que prueban nuestros pasteles puedan sentirse satisfechos”, dice la repostera.
A ellas las distingue que utiliza los mejores ingredientes para cada pastel, y sobre todo que cada uno es elaborado con sumo cuidado.
“Nosotros hacemos todo desde casa y en el momento. Si me pides un pastel, te lo hago en el momento, me gusta que el pastel esté nuevo y si es posible calientito”, señala.
Así es como Rocío se ha convertido en un referente para quienes gustan endulzar sus vidas, pero sobre todo para quienes buscan una rebanada de amor, porque es lo que ella le pone a todo lo que hace.
Rocío prepara con dedicación sus pasteles, porque con ellos deleita a sus clientes y ayuda a sacar adelante a su familia. La vida es más dulce si se acompaña de un buen postre o pastel.