¿Qué es lo contrario de la sociedad civil organizada?

Al debilitamiento de la sociedad civil le es directamente proporcional la concentración del poder por la vía del centralismo. No lo perdamos de vista

Por: Francisco Cuamea

¿Qué es hoy el concepto de organizaciones de la sociedad civil? Un concepto injustamente vapuleado.

Del descrédito ejecutado desde la más alta esfera del poder en México, como de los errores de algunas personas y organismos muy visibles, al inclinarse hacia una coalición de partidos políticos, resulta el debilitamiento de la sociedad civil, al cual le es directamente proporcional la concentración del poder por la vía del centralismo.

Vale la pena, entonces, intentar regresar el valor al concepto desde su perspectiva histórica y sociológica.

De la centralización del poder a la participación ciudadana

Movimientos de sociedad civil no son exclusivos de México, obviamente. Sicilia, por ejemplo, tiene una historia muy interesante de ciudadanía antimafia que viene desde antes del Siglo 20.

Pero en México sí es algo que nació de manera tardía, gracias a los 80 años de la centralización del poder en un partido de Estado.

¿Por qué? Porque la gestión y solución de problemas estaba concentrada en la figura del líder o cacique. La comunidad acudía a la voluntad del presidente, gobernador o líder sindical, por ejemplo, para que le resolviera sus necesidades. Fue la época del paternalismo y clientelismo. 

No existía la otra vía, la de cohesionarse en comunidad para trabajar juntos en lo que fuera un tema común. La participación ciudadana fue enterrada en esta cultura política de caciques.

Aún quedan vestigios. Intente conformar un comité vecinal en su colonia o fraccionamiento, cite a reunión y cheque cuántos vecinos asisten y cuántos asumen un rol de responsabilidad activa.

“Después de la Revolución, el régimen político instaurado por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) centralizó todos los aspectos de la vida pública y las actividades de desarrollo social”, asienta el estudio El entorno jurídico de las organizaciones de la sociedad civil

en México

“Así, durante décadas, las acciones organizadas o colectivas estuvieron vinculadas al clientelismo o a la intencionalidad política. El régimen priista construyó un Estado paternalista y clientelista, caracterizado por un dualismo en su relación con la sociedad civil: por un lado, cooptaba todos los intentos autónomos de los ciudadanos de participar en la esfera pública y, por el otro, reprimía a quienes no se alineaban”.

Transición y emergencia de las OSC

Como se sabe, diversos sucesos históricos fueron golpeando este régimen duro: la masacre estudiantil del 68, el terremoto del 85, la irrupción del zapatismo en el 94, hasta que se rompió el régimen del partido de Estado.

Con el fin la de dictadura blanda y la transición democrática, la sociedad civil encontró cauce para su emergencia. En casi un cuarto de siglo, estas OSC han logrado persuadir para crear o reformas leyes, otras han profesionalizado su asistencialismo; la ciencia ha encontrado en las OSC ambientales una vía para hacer aportaciones concretas. 

Y lo principal, se convirtieron de contrapeso al exceso de poder, a la vez que lograron cohesionar a ciudadanos antes dispersos y fomentaron la cooperación en lugar del individualismo. 

Sólo prestemos atención a la historia y recordemos una cosa: lo contrario de la sociedad civil activa es el poder concentrado en un partido de Estado. 

Tengámoslo en mente.

Temas de esta nota