Sinaloa y su estado de fuerza preventivo

La seguridad pública en Sinaloa en las últimas semanas es uno de los principales tópicos en la opinión pública y medios de comunicación

Por: Lic. Jorge Guzmán Morales

La seguridad pública en Sinaloa en las últimas semanas es uno de los principales tópicos en la opinión pública y medios de comunicación, derivado de por lo menos 3 sucesos de alto impacto que se concatenan de alguna u otra forma, el último de ellos durante casi todo el mes de septiembre del año en curso, mismo que ha trastocado las actividades cotidianas de la ciudadanía y del propio Estado en prácticamente todos los ámbitos. 

En ese tenor, el análisis de las capacidades cuantitativas de las corporaciones preventivas estatales y municipales, más allá de la propia coyuntura, es obligado. En este orden, el estado de fuerza se define en El Modelo Óptimo de la Función Policial como: “…al número de elementos operativos en activo —excluyendo a personal administrativo, a policías municipales y a elementos adscritos a Instituciones de Procuración de Justicia o del Sistema Penitenciario— con los que cuenta la policía preventiva estatal, en relación con su población.”

En dicho orden, el Centro Nacional de Certificación y Evaluación de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, indica que Sinaloa -a julio de 2024- cuenta con un universo evaluable de 972 policías estatales y 3,978 policías municipales, distribuidos en 18 municipios, 20 a partir del 01 de noviembre cuando entren en funciones Juan José Ríos y Eldorado, este último por cierto enmarcado dentro de una de las zonas de alta beligerancia en el conflicto en ciernes.

Sinaloa tiene 3,026,943 habitantes, lo que significa una tasa de 0.32 elementos preventivos estatales -estado de fuerza propiamente dicho- por cada mil habitantes, es el segundo estado con la menor tasa a nivel nacional, solamente por arriba de Querétaro que cuenta con 0.28 elementos, lejano cuantitativamente de las tres entidades con la mayor tasa: Ciudad de México con 4.07, Tabasco con 1.63 y Campeche con 1.44, policías estatales bajo la misma fórmula.

Posición coincidente con los resultados del Censo Nacional de Seguridad Pública Estatal 2023 de INEGI, que ubica a Sinaloa dentro de los 3 estados con la menor tasa a nivel nacional al contar con 0.2 elementos de la policía preventiva por cada 1,000 (mil) habitantes, lo que refleja por sí mismo y, por las circunstancias en materia de seguridad pública, como uno de los principales retos por atender.

De acuerdo con los datos del Centro Nacional de Certificación y Evaluación, Sinaloa cuenta con 3,978 policías municipales, lo que significa una diferencia del 76% contra los 972 policías estatales. Esto importante, ya que se ha considerado por expertos en la materia que las policías municipales son más vulnerables ante el crimen organizado por sus propias características.

Ante ello, es obligado el análisis integral. Por un lado, la autonomía municipal establecida en el artículo 115 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; la evidente realidad que literalmente nos golpea en torno al narcotráfico, en palabras del Dr. Tomás Isaac Guevara Martínez ese “… monstruo que se dejó crecer”; derivado de lo anterior, la valoración de las debilidades de los cuerpos de seguridad municipales ante los intereses y poder trasnacional del crimen organizado, entre otros elementos.

El Poder Legislativo en Sinaloa debe estar también a la altura de las circunstancias que sus habitantes y el problema demandan, verlo como una oportunidad obligada de reformas para el fortalecimiento institucional a las instituciones de seguridad pública a través del uso de inteligencia y desarrollos tecnológicos con el objetivo de dotarlos de mayores herramientas y por ende controles evaluables.

La crisis que actualmente vivimos en Sinaloa obliga también a poner en la balanza el trabajo y capacidad de las autoridades de los tres órdenes de gobierno en materia de comunicación, sobre todo ante el reto de las redes sociales y lo que representan las noticias falsas o “fake news”, que dicho sea de paso cada vez existe una mayor prevención en cuanto a estas en la población, pero sin duda este rubro es otra de las grandes “áreas de oportunidad” por atender.

Todo lo anterior, implica también otro punto nodal en la ecuación, la propia valoración y autocritica desde la principal célula del tejido social como lo es la familia, así como en lo personal, a fin de preguntarnos si como sociedad podemos revertir actitudes que puedan mejorar a mediano y largo plazo nuestro entorno, tanto la empatía social como la cooperación y acciones colectivas desde el ámbito en el que no corresponde puede sumar a favor de la paz.

Posteriormente, analizaremos temas relacionados, como lo es la opinión pública en torno al desempeño de nuestras corporaciones de seguridad pública en los tres órdenes de gobierno, el presupuesto destinado, la importancia de otras áreas distintas a la seguridad como pilares del desarrollo de la población como la cultura, la educación, el deporte y la salud, entre otras.

Fuentes consultadas:

Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, Evaluación de control de confianza al personal del servicio profesional de carrera de las Instituciones de Seguridad Pública, México, SSyPC, Secretariado

Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, México, Informe al 31 de julio de 2024, en:

https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/902130/Informe_Centro_Nacional_de_Certificaci_n_y_Acreditaci_n_Julio_2024.pdf

González Martín, Narco: el monstruo que se dejó crecer, Río Doce, México, 30 de septiembre de 2024, en:

https://riodoce.mx/2024/09/30/narco-el-monstruo-que-se-dejo-crecer/ 

Instituto Nacional de Estadística y Geografía, Censo Nacional de Seguridad Pública Estatal 2023, INEGI,

México, p. 14, en: https://www.inegi.org.mx/contenidos/programas/cnspe/2023/doc/cnspe_2023_resultados.pdf

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