El barrio de Gualupita y el Parque Melchor Ocampo, forman parte del Patrimonio Histórico Cultural de la capital de Morelos, ¿ya los conoces?
Por: Miguel Burgos Martínez
En el corazón de Cuernavaca, la capital de Morelos, yace el Barrio de Gualupita, un rincón de gran antigüedad impregnado de historia que se remonta al siglo XIX. Descubierto por sus manantiales, que abastecían de agua a los habitantes de Cuernavaca; Gualupita, originalmente llamado "Teomanalco" en náhuatl, significa "manantial de los dioses", se encuentra enclavado en el bosque de Amanalco, caracterizado por su exuberante vegetación.
Entre sus tesoros arquitectónicos se destacan los "arcos de Gualupita", en realidad acueductos construidos alrededor de 1773 para distribuir agua desde el barrio hasta la villa de Cuernavaca. Estos acueductos, parte integral del Catálogo General de Inmuebles de Barrios Tradicionales de Cuernavaca, fueron encargados por Manuel de la Borda y sirvieron durante más de 140 años.
Un hito notable en este barrio es el Parque Melchor Ocampo, inaugurado en 1897 y anteriormente conocido como Carmen Romero Rubio, en honor a la esposa del presidente Porfirio Díaz. Después de la Revolución Mexicana, el parque fue rebautizado primero como Emiliano Zapata y finalmente como Melchor Ocampo. Ambos, el barrio de Gualupita y el Parque Melchor Ocampo, forman parte del Patrimonio Histórico Cultural de la capital de Morelos.
El Acueducto de Gualupita, erigido en 1773, conectaba los manantiales de Gualupita con Cuernavaca, atravesando la barranca de Oacalco. Aunque dejó de ser utilizado a principios del siglo XX, una organización vecinal logró su restauración parcial en 1984.
Los arcos, ocupados ilegalmente, fueron liberados, y se estableció un paseo peatonal que sigue el trazado original del acueducto. En el año 2000, esta estructura histórica fue incorporada al Catálogo Nacional de Monumentos Históricos del Instituto Nacional de Antropología e Historia. La historia del Barrio de Gualupita se mantiene viva, preservando su valioso legado para las generaciones futuras.
Todo esto viene gracias a las adecuaciones y apoyo de la secretaría de turismo y cultura, la cual se ha mantenido atenta a las necesidades derivadas de la manutención de estos sitios tan emblemáticos del estado.
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