Desde los primeros nómadas hasta hoy, el trabajo colaborativo es clave para prosperar, o por el contrario, la falta de él es factor de fracaso. Es que hay algo muy simple: nadie puede solo
Por: Francisco Cuamea
Si la humanidad progresó desde sus inicios fue gracias a la colaboración.
Desde los primeros nómadas hasta hoy, el trabajo colaborativo es clave para prosperar, o por el contrario, la falta de él es factor de fracaso. Y es que hay algo muy simple: nadie puede solo.
Christopher McCandless viene a la mente. Este joven de California renegó del sistema social, quemó naves y comenzó una caminata hacia Alaska para alejarse de la alienación y ser libre.
Durante su travesía conoció gente que lo ayudó, pero conforme avanzó se fue quedando solo. Llegó a un punto en Alaska, débil, sin comida. Murió de inanición en 1992.
La competencia ética
Paso por la periferia de Tijuana acompañado por un largo cinturón de miseria. Cajas que hacen las veces de casas, apenas levantadas con madera, lonas y cualquier material que se encuentre al paso.
Al fondo o en medio, se aprecian las grandes maquiladoras que generan el empleo. Algo no cuadra en esta fotografía.
En nuestro país hay personas que no necesitaron caminar a Alaska para aislarse del mundo. Viven abandonadas dentro de él. Y a diferencia de Christopher no lo hacen por propia decisión.
Alcanzaremos mejores niveles de desarrollo si empresas, gobiernos, sociedad y ciudadanos trabajamos en colaboración en lugar de anularnos unos a otros.
Si queremos que nadie quede atrás tiene que ser así. Lo contrario es el egoísmo y, seamos sinceros: volteemos a nuestro alrededor, ¿qué tanto desarrollo podemos presumir hasta hoy?
Creemos que la competencia es un valor legítimo y quizá lo sea. Pero una competencia implica un vencedor y un vencido. Un sistema ético se hace cargo de quien sufre la derrota y no lp abandona a su suerte.
Las muestras de colaboración
En esta vida de matices, por fortuna hay quienes trabajan en colaboración para resolver los grandes problemas de nuestras sociedades.
Por ejemplo, en México hay una cultura creciente de organizaciones de la sociedad civil dedicadas a distintos tópicos, entre ellos, la salud, educación, alimentación y defensa de derechos.
Un hito. Entre 2021 y 2022 finalmente se superó la barrera de las 10 mil donatarias autorizadas, informa el Centro Mexicano para la Filantropía.
“En los últimos cinco años, el promedio de variación porcentual es de 3.2% al alza. Exceptuando el 2020, todos los años muestran un aumento constante”, destaca en el Compendio Estadístico del Sector No Lucrativo 2023.
Además, sus ingresos han aumentado 14 por ciento en los 5 años recientes. Con datos de Hacienda, reporta que en 2018 obtuvieron entre ingresos propios y donativos 189 mil 384 millones de pesos, y que para 2023 esta cifra ascendió a 215 mil 342 millones de pesos.
Estamos en camino, pero se necesita más. La conciencia aún no termina de despertar.
Todos tenemos algo que poner: Tiempo, dinero o esfuerzo. No podemos vivir aislados como intentó Christopher. Tampoco debemos vivir entre nosotros, pero ignorándonos, con los ojos cerrados ante los problemas y el ego en el dominio de nuestras acciones.