VIDEO: ¿Ya conoces el callejón de los "Peluches" en Concordia, Sinaloa?
El misticismo y la curiosidad se apoderan del recorrido que llama la atención de cualquiera que lo visite
El misticismo y la curiosidad se apoderan del recorrido que llama la atención de cualquiera que lo visite
En medio de la árida maleza y un camino desolado, existe un lugar envuelto en un ambiente tétrico rodeado por árboles adornados con lúgubres peluches.
El tramo de aproximadamente 50 metros, parece sacado de una película de terror, ofrece un escenario perturbador no apto para los sensibles a lo sombrío.
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Al caer la tarde, la oscuridad acapara cada rincón de luz logrando una penumbra casi total, el panorama cambia radicalmente trayendo consigo una sensación de pesadez que se percibe a través de la inmensa tranquilidad que invade al sitio, es tanta la calma que el silencio pasa a segundo término.
Se desconoce el motivo por el cual se encuentran estos peluches y muñecos colgados en las ramas de los árboles, muchos de ellos mutilados, es decir; sin piernas, sin brazos, incluso sin cabeza.
A pesar de lo mencionado algunos dan la impresión de ternura, pero al acercarte demasiado y apreciar su apariencia, inmediatamente tu cerebro interpreta el mensaje como una situación melancólica, tal vez se trate de una simple fechoría o un cementerio de juguetes, que con el tiempo ha permanecido oculto al público pero en constante crecimiento, mismo que se puede observar en la cantidad de peluches posicionados en las alturas.
El lugar está repleto de una gran variedad de cachivaches, cada uno con aspecto y rasgos extraños que se exhiben a lo largo del trayecto como si fuese un museo de horror al aire libre.
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El misticismo y la curiosidad se apoderan del recorrido que llama la atención de cualquiera que lo visite, en donde incómodas vibraciones y raras energías se sienten al estar en sintonía con los múltiples objetos, caminar bajo sus sombras es sinónimo de tensión, pues las miradas extraviadas de estos parecieran estar vigilando cada paso que das, mientras que a tus espaldas se incorpora la inquietud de alguien siguiéndote muy de cerca.
¿Te atreves a visitarlos al ocultarse el último rayo de sol?
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