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La generosidad en el desarrollo de una economía moral

No es más rico el que tiene más sino el más generoso.

31 diciembre, 2020
La generosidad en el desarrollo de una economía moral
La generosidad en el desarrollo de una economía moral

No es más rico el que tiene más sino el más generoso

¿Todo gira entorno a la economía? La verdadera riqueza proviene de la generosidad, pues si deseas ser rico es importante que aprendas a ser generoso para que, en efecto dominó, se llegue a desarrollar una economía moral.

La Guía Ética para la Transformación de México propone 20 principios para construir una vida y una sociedad mejor. A continuación el número diecisiete a detalle.

17. De la riqueza y la economía

No es más rico el que tiene más sino el más generoso

Es lícito poseer y acrecentar bienes materiales por medio de actividades industriales, comerciales, financieras, profesionales o de servicios, siempre y cuando se haga con respeto a las leyes y con la conciencia de que la riqueza debe ser distribuida. Es legítimo, además, y contribuye al desarrollo cuando se crean empleos dignos, cuando se contribuye al erario con impuestos justos y cuando se respetan los intereses superiores del país y de la sociedad tales como el cuidado del medio ambiente y la preservación de la soberanía.

No es lícito enriquecerse mediante el engaño, a costa del sufrimiento de otras personas, a expensas de los bienes comunes o en detrimento del bienestar del prójimo. La riqueza mal habida es aquella que se logra mediante el engaño, el robo, el abuso de información privilegiada o privatizando lo que es de todos o lo que no debe tener dueño. Tales formas de enriquecimiento son corruptas.

Quien procura la ganancia razonable, quien empeña su creatividad, se arriesga y mantiene fuentes de trabajo, será reconocido por la sociedad como un empresario responsable con sentido social; por el contrario, quien pretende hacer negocios mediante el tráfico de influencias, los acuerdos inescrupulosos que afectan a la hacienda pública o mediante la mera especulación, se hará merecedor de la reprobación y el descrédito.

La economía debe servir a las personas y no al revés. La riqueza que tiene mayores efectos positivos en la vida de los individuos y de los países es la que está mejor distribuida. Una economía que cumple con estos dos principios es una economía moral.

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El cambio de paradigma en la economía es conectar con la abundancia, la prosperidad para el desarrollo de una economía humanizada en la que todas las personas son felices ayudándose las unas a las otras.


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