Teresita encontró 2 perritos… La misericordia de los niños
Es una fortuna para un niño tener una mascota, pero tener dos en un solo día, eso debe ser especial.
En los pasillos del mercado de Villa Juárez, Navolato, la niña de escasos 6 años se sentía afortunada cargando 2 perritos. No eran de ella, apenas los había encontrado solos, aullando en la calle. Estaba feliz porque nadie le impidió que se los llevara.
Es una fortuna para un niño tener una mascota, pero tener dos en un solo día, eso debe ser especial. No fue la codicia lo que llevó a Teresita a acaparar dos mascotas en un instante. Fue la compasión… dijo que estaban solos y llorando cuando los recogió.
Son dos perritos callejeros, corrientes hasta el hueso, de raza indefinida, la más común donde participa en el concurso reproductivo un perro “amarillo” con sus genes dominantes. Teresita ya había tenido la anuencia de sus padres para llevárselos, por eso estaba feliz.
Ella los cuidaría, dijo. Su decisión fuera normal en una familia cotidiana, pero en ella no. Estaba fuera de la clínica popular donde sus padres jornaleros llevaron a su hermanito para que el médico lo atendiera de una fiebre. No tenían para pagar un doctor, ni la medicina, porque tampoco tenían para comer. Son migrantes que vienen del sur, al trabajo de campo.
La felicidad de la niña ahora son los dos perritos en el regazo. La felicidad de los perros es la confianza de sus bracitos cariñosos.
Si tuviéramos el corazón de un niño, quizá tuviéramos una sociedad más buena. Noble entre los migrantes, Teresita es una niña rica, tiene la misericordia de los niños.
Ahora, dos perritos ladran cuidando la cuartería…
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