¿Salud o trabajo? Cuándo renunciar al empleo

Identifica los casos en los que el patrón debe cubrir la incapacidad

Atletas como Sergio ‘Kun’ Agüero (futbolista del Barcelona) y Simone Biles (gimnasta olímpica) enviaron un poderoso mensaje al mundo laboral sobre la importancia de la salud y cuándo renunciar al empleo por este motivo.

Un problema cardíaco obligó al Kun Agüero a retirarse del futbol profesional; y la salud mental hizo que Biles renunciara a su posible victoria en los Juegos de Tokio 2021.

En la nueva realidad laboral, donde el equipo de trabajo y empresa fungen como redes de apoyo, afianza el sentido de pertenencia y compromiso hacia la organización. De manera opuesta con la perspectiva de generaciones como los baby boomers que crecieron con la idea de que el uniforme no se quita hasta la jubilación, señaló Esperanza Martínez, cirujana especialista en higiene laboral y bienestar psicoemocional.

De tal modo que el engagement (compromiso) de una persona que se siente cuidada y comprendida por sus líderes rebasa el 90%, aún en situaciones de separación laboral.

“La labor de los líderes es ser comprensivos y empáticos, así como los guías para construir una cultura organizacional basada en el bienestar físico y emocional de su equipo”, agregó Martínez.

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Aún existen colaboradores que enfermos siguen trabajando con tal de cumplir o por temor a perder su empleo; otros demeritan la gravedad de la enfermedad. Entonces, ¿qué se debe de hacer?

Todo depende de la gravedad, del tipo de enfermedad y del entorno laboral. Existen situaciones en las que conviene renegociar los acuerdos entre la empresa y el colaborador, en lugar de renunciar. Esto es viable y posible con el auge del home office.

En México, el artículo 53 de la Ley Federal del Trabajo señala que la incapacidad física, mental o inhabilidad del trabajador, que haga imposible la prestación de sus servicios profesionales, es una causa de terminación laboral.

De ahí que el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) es la instancia que se encarga de hacer las revisiones médicas pertinentes, de calificar la incapacidad y emitir un documento que justifique las ausencias del empleado. Así como, subsidiar con el 60% del último salario base de cotización, a partir del cuarto día del inicio de la incapacidad y hasta por 52 semanas.

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En cambio, si el IMSS califica la incapacidad física o mental, o inhabilidad como riesgo o accidente de trabajo, el patrón deberá pagar las indemnizaciones:

• Temporal: Pago íntegro del salario que deje de percibir mientras exista la imposibilidad de trabajar desde el primer día de la incapacidad.
• Permanente parcial: Pago del tanto por ciento que fija la tabla de valuación de incapacidades, calculado sobre el importe que debería pagarse si la incapacidad hubiese sido permanente total.
• Permanente total: pago equivalente al importe de 1,095 días de salario.
• Muerte: pago a los beneficiarios de dos meses de salario por concepto de gastos funerarios más el pago equivalente al importe de 5 mil días de salario.

Con información de Expansión.