Las redes suriperas se usaron de manera intensiva por primera vez en Sinaloa y son un prototipo para el Caribe y Centroamérica, por enfoque sustentable para la pesquería.

Las llamadas redes suriperas que se usan en la pesca de camarón en Sinaloa son un prototipo internacional para alentar una pesca más sustentable, aunado a los programas de vedas oficiales. Diversos organismos de conservación e instituciones de pesquería buscan replicar el modelo de arte de pesca en Centroamérica y Caribe.

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Cuando los técnicos de pesca vieron la bonanza pesquera en las bahías y esteros de los litorales de Sinaloa, y el valor de la exportación de la captura de camarón, promovieron a principios de los 80´s, del siglo pasado, la necesidad de retirar del mar artes de pesca agresivas como los “chinchorros” y diseñar algo más efectivo que las atarrayas comunes, que necesitan ser lanzadas.

En tiempos en que la empresa Ocean Garden era la principal compradora de los camarones en esta región del Golfo de California, la capacitación técnica derivó en la confección de una red de pesca con la misma malla de las atarrayas, pero con un sistema de arrastre impulsado por el viento o por la corriente marina, en redes con bolsas de trampas. Los pescadores les llamaron redes suriperas, cuyo significado se desconoce.

El éxito de estas redes fue tan relevante, que pronto los pescadores de las costas de los estados vecinos de Sonora y Nayarit, empezaron a replicar. Ahora se promueve como un recurso viable de pesca sustentable para diversos países, ya que ofrece una pesca más selectiva y excluye en gran manera a la pesca incidental de otras especies.

En la literatura de pesca sustentable, se cita a las redes suriperas, como “una modificación de las atarrayas camaroneras usadas por pescadores sinaloenses en México. Cuyo principio de captura de este arte se basa en el movimiento de la red sobre el fondo aprovechando la energía del viento o la corriente, de manera que al entrar en contacto el camarón con la red, éste salta pegado al paño superior de la red o falda, el camarón trata de escapar siguiendo el paño que actúa como guía que los conduce hasta los bolsos donde quedan atrapados vivos”.

Se cita entre las principales ventajas de la red suripera que: “la pesca selectiva, que incluye la reducción de capturas no deseadas de peces y otros organismos acuáticos. Y sobre todo muy bajo consumo de combustible y fácil operación”.

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Las redes suriperas son artes de pesca que pueden ser operadas por una sola persona, pero para hacer jornadas más largas y facilitar los resultados de manejo y evitar menos cansancio, en Sinaloa la pesca se hace en parejas. La mayoría de las embarcaciones menores llevan un pescador principal y un ayudante.

Componentes de la red suripera.

Para la elaboración de una suripera se utiliza el paño de 35 milímetros de tamaño de malla, en redes producidas de manera industrializada, o tejidas manualmente, pero esta última opción ya es poco usual.

La elaboración de las redes suriperas es un arte que se domina muy bien en el estado de Sinaloa por la mayoría de los pescadores. El arte de pesca lleva: bolsos, tirantes, revisas, y empalmado de relinga o perfil inferior de malla.

Cómo se instala y opera.

El otro arte es el aparejado de la embarcación para colocar la red. La embarcación se apareja con un mástil y dos varas. En la mayoría de los casos se usan tallos largos de bambú, de la variedad más gruesa, en otras regiones usan tallo de mangle u otras maderas livianas disponibles. Las varas miden unos 10 metros de longitud, que le permite obtener un frente de trabajo mayor a 20 metros.

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Las velas son de uso doble, las confeccionan los propios pescadores, son de tela delgada con fibras de poliéster. Esta misma vela se usa para mover la embarcación activada por el viento, mientras está pescando, pero en ausencia de viento, se invierte y la vela se coloca bajo el agua para arrastrar a la embarcación con la corriente marina.

La mayoría de los pescadores usan el prototipo de embarcación que en todo México se conocen como “Reformeñas”, debido a que el modelo se originó en el campo pesquero La Reforma, Angostura, donde se encuentran aún los principales talleres de construcción de embarcaciones menores de pesca.

Otros países quieren las redes suriperas.

Colombia. Organismos de pesca insisten en introducir este modelo de red en el país de Colombia.

Investigadores del Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras “José Benito Vives De Andréis” (INVEMAR) hicieron comparativos de resultados de pesca con la red suripera y el trasmallo electrónico, para cambiar el sistema de pesca ribereña en ese país.

En el comparativo científico se descubrió que la suripera capturó un porcentaje de poco más del doble de camarón que el trasmallo electrónico. En tanto que con la técnica colombiana, el arrastre de fauna de acompañamiento fue enorme, en una relación de: 75.5 kg. en suripera, contra 368.7 kg. de fauna acompañante en el trasmallo electrónico.

El Caribe. “En el marco del Programa Caribeño para la Conservación de la Biodiversidad Marina de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), The Nature Conservancy y CEBSE trabajan de la mano en la promoción y fomento del uso de las redes suriperas como medio alternativo a las dañinas redes de arrastre de fondo conocidas popularmente como licuadora”.

El comunicado del Centro para la Conservación y Ecodesarrollo de la Bahía de Samaná y su Entorno (CEBSE), establece que: "Dentro de las características principales de las redes suriperas está que solo captura camarón grande y lo saca vivo… puede ser operada a vela lo que reduce los costos en combustibles y también que captura más camarón en menor tiempo y esfuerzo”.

Así las redes suriperas de Sinaloa trascienden las fronteras como una oferta de sustentabilidad pesquera, que debe acompañarse de un programa de veda y vigilancia de los ecosistemas. Es un arte de pesca orgullo de Sinaloa.

Fotografía y video: Christian Z. López