Para el centro y sur de México suele ser una botana típica

Una tradición culinaria de siglos, el “melchonte” o maguey horneado es hecho con la cabeza del maguey o agave tatemada o cocida; del náhuatl metl, “maguey”; y tzontli, “cabeza”.

Hay quienes aún elaboran esta tradición ubicada al sur de Sinaloa en algunas mezcaleras y vinateras de pueblos como La Noria, Mazatlán, Chele, Cacalotán en el Rosario y San Ignacio.

En la Hacienda Santa Clara, de la Vinata Los Osuna, ubicada en La Noria aún prevalece este arte culinario; pencas de mezcal con un sabor agridulce que puede embriagar a quienes lo prueban.

En Sinaloa este manjar es más conocido al sur del estado, pero es una botana típica del occidente, centro y sur del país mexicano.

Su elaboración requiere de las pencas o piñas del maguey cocidas que durante 3 días deben hornearse en un horno rústico, para que el calor pueda desprender un rico aroma y sabor a destilado dulce, para que al masticar su pulpa fibrosa se pueda extraer su jugo con sabor a mezcal.

Parte de su proceso sirve para preparar el destilado de mezcal, tequila o pulque con un sabor más fuerte pero agradable para muchos.

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Esta herencia histórica mexicana no solamente ha servido en el área culinaria , el hombre prehistórico que habitó los territorios que hoy llamamos Mesoamérica y Aridoamérica, convivió  y adaptó al maguey para realizar diferentes usos a favor del hombre; aprovechó su fibra para vestimenta, cordeles y redes; el quiote para construcciones y canales de agua; las pencas como recipientes para comida y adorno; la savia de sus pencas como medicina; el maguey entero como cerca para terrazas, delimitar terrenos y evitar erosión.

Mezcal (del náhuatl mexcallí), significa maguey cocido o la piña del maguey que ha horneado.

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¿Ya lo probaste este manjar milenario?

Crédito de fotos: Carlos Salas

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