Las muñecas que confecciona Dolores viajan. Cada muñeca que elabora es única y original, han viajado hasta Canadá, son ya una tradición para La Noria.

Dolores Peraza Morán lleva toda su vida viviendo en La Noria, Mazatlán, un pueblo tradicional de Sinaloa, cada domingo lleva sus muñequitas bordadas en tejido de gancho (Crochet) al tianguis gastronómico ubicado justo en la plazuela.

Una variedad de “Noreñitas” adornan su stand, las hay de diferentes colores y formas, pero cada una es única y especial, el nombre de estás tiernas muñecas, se debe en honor a este pueblo, “La Noria”.

A Dolores siempre le ha gustado crear arte con el tejido, pero fue hasta que tomó un taller de clases de bordado de manta con la maestra Ortencia Gaxiola, quien les enseñó a trabajar las muñecas de manta, Dolores decidió hacer lo mismo, pero quedándose con su técnica en tejido, le pidieron que hiciera algo diferente en artesanías de ahí surgieron las “noreñitas”.

Elabora cuatro muñecas en dos días, su proceso de producción va desde la salida del sol hasta que se oculta, empieza por el cuerpo y los pies, las deja “descansar” y al siguiente día las empieza a rellenar y dar forma a los rostros en cada muñeca que se vuelve única y especial.

Tal ha sido el éxito de las “noreñitas” que sus muñecas se han vuelto internacionales, han viajado hasta Canadá y California, pero también son apreciadas en Sinaloa, ya que le hacen pedidos en algunos municipios y por supuesto también se han ido a otros Estados del país mexicano.

Hasta el momento, Dolores, es la única persona quien realiza este arte en tejido en la comunidad. Las personas que ya la conocen gustan por sus diseños, pues saben que ella es muy creativa para estas creaciones.

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Además de las muñecas, ahora amplió su tejido para mascotas, tiene una línea de gorritos utilizando la misma técnica de tejido que van en diferentes colores y tamaños.

Dolores es maestra de arte y además de darle vida a las “noreñitas”, lleva quince años moldeando yeso para crear figuras, fomentando en los niños el talento por la pintura.

Dolores Peraza lleva moldeando su vida entre yeso, agujas e hilos, ayudando a tejer la esperanza y pintando ilusiones en La Noria.

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