Escrito por: Estefanía Castañeda

Cada vez es más común escuchar hablar del pan de masa madre pero, ¿es sólo una nueva moda en la sociedad, o en verdad ayuda?... Lo cierto es que sí posee grandes beneficios.

El pan de masa madre es considerado diferente a los demás panes porque, es fermentado por muchas horas haciendo que los azúcares y almidones que contiene se rompan y sean consumidos por la levadura y bacterias buenas que se encuentran en la masa, y como resultado baja el índice glicémico y se logra un mejor control de glucosa en la sangre.

Durante la fermentación se produce ácido láctico, este baja el pH del pan aumentando la absorción de minerales.

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Contiene menos gluten que los panes normales, ya que al tener una fermentación tan larga el gluten se degrada por lo que es mucho más fácil digerirlo.

Asimismo, el trigo contiene ácido fítico, un antinutriente que se une a minerales impidiendo que se absorban cosa que no pasa con el pan de masa madre ya que, aquí el ácido fítico se degrada permitiendo que los nutrientes se absorban adecuadamente.

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Otra ventaja de este tipo de pan es que es rico en probióticos (bacterias buenas), estos se mueren cuando el pan es horneado pero se ha demostrado que por estar ahí, originalmente aportan numerosos beneficios para el intestino.

Además, es rico en probióticos, son un tipo de fibra soluble que usan las bacterias buenas del intestino como alimento. El pan de masa madre también contiene fibra insoluble y almidón resistente.

Por tanto, comparándolo con otros panes es de las mejores opciones; más sanas y nutritivas que puedes consumir. Así que no… no es moda, es un alimento que vale la pena incluir en tu dieta.

¿Ya has probado el pan de masa madre?