Con 61 años, Chata nace en Culiacán y es la comida mexicana que viaja por el mundo
Los productos Chata estilo Sinaloa han conquistado otros países, su chilorio ha cruzado el cielo hasta el espacio sideral
Culiacán, Sinaloa - En una pintoresca cocina de Culiacán, Sinaloa, hace más de seis décadas, comenzaba una historia culinaria que se ha convertido en un referente de sabor y tradición mexicana. Los Productos Chata, nacidos del amor y el talento de Doña Augusta Piña, mejor conocida como "Doña Chata", celebran su 61 aniversario como una empresa de renombre internacional en la preparación y comercialización de alimentos 100% mexicanos. El chilorio sinaloense voló tan alto que llegó al espacio sideral.
La historia de Productos Chata se remonta a los tiempos de1962 en que Augusta Piña (Chata, como le decía su esposo) buscaba cómo ayudar con el gasto familiar en su matrimonio con José Antonio Machado. Decidió preparar y vender entre sus vecinos lo que ya comían en casa, el sabroso chorizo y chilorio sinaloense, muy ligado a su tierra Otatillos, Badiraguato. Un lugar cerca de Mocorito, la demarcación del chilorio, un platillo de carne de puerco condimentado y frito.
Este pequeño acto desencadenó una deliciosa revolución culinaria que llevó a la familia Machado Piña a abrir su primera tienda, incorporando productos como chilorio, machaca, chicharrones y tamales, todos elaborados con la receta y el sabor único de Doña Chata. En poco tiempo, sus productos se ganaron el reconocimiento local, y con tan solo 12 años de vida, ya estaban disponibles en los principales comercios de la ciudad, siendo pioneros en enlatar chilorio al vacío.
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Pero la expansión de Productos Chata no se detuvo en Culiacán. Debido al éxito de sus productos, en 1983 decidieron inaugurar en la comunidad de Bachigualato, Culiacán, la primera planta de producción. Ahí en ese establecimiento, junto a las vías del tren, comenzaron a fabricar carnes frías. Esto marcó el inicio de la ampliación de su portafolio y permitió que más consumidores en México y más allá pudieran disfrutar de sus deliciosos alimentos.
El año de 1995 fue un tiempo de relevancia histórica para la empresa, Productos Chata dio el salto a la distribución nacional e internacional. Ese año, el chilorio pisó tierra estadounidense, convirtiéndose en la primera empresa mexicana certificada para exportar productos cárnicos a Estados Unidos, específicamente a California.
Chata llega lejos con gran sabor
Pero Estados Unidos no sería la única frontera conquistada, ya que, en 2008, Centroamérica y el Lejano Oriente también sucumbieron ante el delicioso sabor 100% mexicano de estos alimentos, saciando el sentido nostálgico por la comida mexicana.
La fama de Chata llegó a nuevas alturas, incluso al espacio exterior. Pues se ha documentado que el astronauta Scott Kelly y su tripulación disfrutaron de una cena mexicana en una misión espacial, donde se deleitaron con el sinaloense Chilorio Chata. Carlos Machado Piña, Director General de Chata, ha compartido con orgullo en su testimonio a distintos medios: "Esto nos llena de satisfacción al saber que nuestros estándares de calidad e inocuidad son reconocidos a nivel internacional."
Para Productos Chata, la calidad y el sabor siempre han sido fundamentales. En 2011, crearon el Centro de Innovación y Desarrollo Chata, donde continúan trabajando para satisfacer las necesidades de los consumidores y llevar su inconfundible sazón al resto del mundo.
Carlos Machado añade: "La marca tiene un valor único, no somos un ingrediente que complementa un platillo, sino que somos una comida completa nutritiva que satisface una de las principales necesidades de nuestros consumidores: la practicidad, además de la sazón y certificaciones de calidad de todas nuestras plantas que garantizan la calidad e inocuidad de cada uno de nuestros ingredientes."
La estrategia central de la empresa es llegar a todos los hogares mexicanos, ofreciendo calidad y sabor excepcionales a través de los principales anaqueles y estructuras de distribución de sus clientes mayoristas, autoservicios y formatos de conveniencia. Los puntos de venta en aeropuertos son la respuesta rápida para un regalo que hará invadir las mesas del olor y sabor de la comida sinaloense, llevando a México a cualquier destino.
Los procesos de esterilización comercial aseguran que los productos mantengan su frescura y calidad. Cada producto pasa por un riguroso procedimiento de esterilización, verificando que el sello esté intacto, lo que garantiza productos libres de conservantes, como Doña Chata insistía: "Todo lo que salga de su cocina tiene que saber como hecho en casa."
Con el paso de los años, Productos Chata ha transformado susproductos en una gran cocina que lleva su sazón por todo México, Latinoamérica, Estados Unidos, Canadá, Unión Europea, Reino Unido, Nueva Zelanda e incluso Japón. Hoy, se les conoce como "La Gran Cocina Mexicana".
Doña Augusta Piña de Machado, conocida cariñosamente como Doña Chata y José Antonio Machado López fundadores de la empresa desde hace 61 años, han dejado un legado de sabor que continúa inspirando a nuevas generaciones en la búsqueda de la autenticidad culinaria y la excelencia en la preparación de alimentos mexicanos.
Doña Chata, una mujer trabajadora y apasionada por su cocina, ha dejado un legado imborrable que se saborea en cada bocado de Productos Chata, manteniendo viva la herencia de su amor por la cocina que sabe a hogar.
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