Haciendo un jardín público, Constanza y Manuel crean su propio paraíso en Culiacán
Esta pareja planta y cuida de su jardín sobre el camellón del bulevard Las Torres en el sector Barrancos de Culiacán
En el corazón del sector Barrancos, sobre el bulevar Las Torres, se encuentra un pequeño paraíso creado por Constanza Partida Salazar y Manuel Páez Ibarra. Se trata de un jardín público con plantas ornamentales y árboles frutales.
Esta pareja, vecinos de Villaverde desde 1989, fueron de los primeros habitantes de esta zona y allí vieron crecer a sus cinco hijos: dos mujeres y tres hombres. A lo largo de los años, han transformado el paisaje árido y desértico en un oasis verde y lleno de vida.
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Su amor por las plantas los llevó a crear un hermoso jardín
Constanza, amante de las plantas, decidió desde su llegada a Villaverde que tendría un jardín. "Desde que llegué aquí puse mi jardín, me gustan mucho las plantas," comenta con orgullo para Tus Buenas Noticias.
Cuando uno de sus hijos abrió un negocio en el hogar familiar, el jardín tuvo que trasladarse al camellón frente a su casa.
"Cuando se hizo este negocio de electrónica yo tenía un jardín, pero no quise terminar con eso, sino que lo pasamos para el camellón. No había nada. Todo era tierra, estaba todo árido," confiesa mientras señala lo que ahora se ha convertido en su propio paraíso.
Este jardín es un trabajo creado en pareja
Manuel, siempre a su lado, como el compañero constante, preparaba la tierra para las nuevas plantas. "Es un trabajo en pareja," afirma Constanza.
Durante la pandemia, encontraron en la jardinería una terapia ocupacional. "Cuando la pandemia llegó, íbamos y comprábamos plantas para estar ocupados con algo. Fue una muy buena terapia," reconoce esta tierna pareja.
El jardín no es solo para ellos, sino para la comunidad.
"Aquí hay árboles frutales también: tenemos limón, naranjo, mora, mango, ciruelo. También tenemos matas de albahaca, menta, limonaria, y muchas más," dice Constanza. "Yo las planté sabiendo que todo mundo pasaría y agarraría, y eso me gusta mucho. Pensar que un día puedan venir y cortar una frutita de mi jardín," dice con una voz cargada de satisfacción.
La labor de Constanza y Manuel ha inspirado a otros vecinos que se han convertido en amigos.
"Mucha gente nos trae plantitas. Así como algunos pasan y se las llevan, otros traen. Ya las recibimos y las plantamos," explica Constanza. Don Manuel, comparte su pasión por la jardinería: "A mí también me gusta mucho la jardinería y para no estar desocupado nos pusimos a empeño en este jardincito," dice.
Su bello jardín llena de satisfacción a la pareja
El jardín ha embellecido el área y se ha convertido en un punto de encuentro y disfrute para todos.
"Me causa mucha satisfacción y no nada más a nosotros. La gente pasa y se toma fotografías," dice Constanza.
Sin embargo, también hace un llamado a la responsabilidad: "Lo único que queremos nosotros es que quienes traigan a sus mascotas levanten las heces, porque a veces regamos en la noche y no se ven."
Mantener el jardín es un trabajo arduo, pero para Constanza y Manuel, vale la pena. Han creado un espacio donde la belleza y la naturaleza se encuentran, y donde la comunidad puede disfrutar de los frutos de su dedicación.
"Es mucho trabajo mantenerlo, pero vale la pena," concluye Constanza, sonriendo mientras mira su jardín floreciente.
El jardín no solo es una forma de demostrar su amor por la naturaleza, sino también del amor mutuo de esta pareja y su deseo de compartir con los vecinos.
El jardín da vida y color al camellón
Constanza y Manuel han convertido un terreno árido en un jardín lleno de vida y color.Han plantado árboles frutales, hierbas aromáticas y flores, creando un espacio vivo en un lugar que solo era árido.
"Tenemos muchísimos años de casados. Ya perdimos la cuenta," dice Constanza con una sonrisa. "Hemos trabajado juntos en este jardín durante todos esos años. Mi esposo preparaba la tierra y yo plantaba. Es un trabajo en pareja."
Han demostrado que, con amor y dedicación, se puede transformar cualquier espacio en un paraíso.
Así, en pleno corazón de Barrancos, el jardín de Constanza y Manuel sigue floreciendo y se ha convertido en el paraíso del que todos pueden disfrutar. Las plantas no solo embellecen, también dan frutos y momentos gratos. Hagamos más paraísos como este.