Genio de la herrería, el “maistro Lencho”, en Villa Juárez transforma camiones y chatarra en empresas
En Villa Juárez, Navolato hay un genio para la conversión de autobuses siniestrados y tráileres en camiones de carga y góndolas
En Villa Juárez, Navolato, entre el bullicio de transportes legumbreros y tractores, el “Maistro Lencho” en su taller de herrería es un genio, capaz de convertir autobuses en camiones de carga o tractocamiones en góndolas de materiales. Su trabajo transforma el hierro y mejora los negocios.
Los campos agrícolas alrededor de Villa Juárez Navolato, se distinguen por ser en Sinaloa uno de los principales centros productores de hortalizas del país. Por esa causa recibe todos los años a miles de trabajadores migrantes. Así desde Michoacán llegó un día José Paúl Miranda Ornelas.
Su padre y su madre eran de Tacámbaro Michoacán, de allá vinieron buscando vida. No les tocaron las tierras repartidas a michoacanos por Lázaro Cárdenas en Sinaloa, pero se refugiaron para vivir en La colonia Michoacana.
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De ahí se mudaron en 1965 a Villa Juárez, Navolato, que no tenía mucho de haberse formado con los desalojados de lo que hoy es el fondo de la presa Sanalona. Su niñez se dio viviendo en la colonia El Tapacal.
Comenta para Tus Buenas Noticias, José Paúl Miranda Ornelas que él no tuvo oportunidad de ir a la escuela, pero en su juventud trabajó en la planta de pollos de Bachoco donde aprendió a dar sus primeros pasos de soldadura reparando herrajes.
“Ahí comencé yo a "pichonear", agarraba los equipos de corte y de soldadura. Ahí comenzamos a “echar pepitorias”, dice entre risas.
Afirma su hermano Armando tenía un taller de herrería en la Ciudad de México y les pospuso instalarse en Villa Juárez. Y así empezaron en 1983, “soldando jarrillas, sillas, una que otra bicicleta, cuando bien nos iba”.
“Conservo una cliente de esa época, el tiempo estaba crítico y a veces me pagaban con un kilo de masa, un kilo de arroz. Le soldaba ollas a una señora”
Ane la falta de clientes su hermano se fue a vivir a Estados Unidos y se quedaron con el taller, su hermano David y él. Crecieron soldando ventanas, mofles y radiadores.
De ahí en adelante se fueron especializando en reparar implementos agrícolas, y cada quien por su cuenta en distintos talleres atienden retadores proyectos.
A José Paúl Miranda Ornelas lo conoce como “El maistro Lencho”, así le gusta que le digan. Su especialidad es la conversión de automotores. Seguido le llevan autobuses chatarra para que los convierta en camiones de carga.
Convierte camiones inútiles en nuevos proyectos de trabajo
Le lleva días lograr esa transformación. De ser transporte de pasajeros salen listos para cargar materiales para agricultura y ganadería.
- También recibe tractocamiones chocados o sacados de los Yunkes, y los convierte en góndolas para el acarreo de materiales, o en camiones de carga tipo Torton.
- Algunos camiones de 2 ejes los convierte de 3 ejes y adapta máquinas y cabinas a otro tipo de vehículo. También arma camiones completos, pero aclara, no repara motores. Su magia en la herrería permite que las unidades vuelvan a rodar por las calles generando ganancias.
- También le traen todo tipo de implementos agrícolas para reparación y otros los hace completos desde cero, también fabrica remolques. Y en tantos años además de los herrajes industriales no deja de recibir proyectos domésticos como puertas y ventanas.
En su taller de soldadura no está solo, lo acompañan dos de sus hijos varones Cándido y Padul Miranda Jaramillo, quienes se han especializado en trabajos industriales. Entre el ruido y chispas del esmeril y el resplandor de la soldadura van transformando el hierro.
"Aquí crecieron mis hijos, quienes ahora son parte fundamental del equipo", dice orgulloso.
Para "Lencho", Villa Juárez es más que un lugar de trabajo: es un hogar donde ha visto pasar su vida, y donde el respeto mutuo es la clave para su convivencia pacífica. "No tengo problemas con nadie, porque respeto a todos y todos me respetan a mí", asegura.
Con una trayectoria marcada por la pasión y el compromiso, el "Maistro Lencho" no solo forja camiones y góndolas, sino que también inspira a las nuevas generaciones a valorar el trabajo duro y la educación.
"Estudien y manténganse unidos", aconseja a la juventud, subrayando la importancia de la familia y el conocimiento como pilares fundamentales para el éxito.
Por la carretera la 20, en plena curva, casi esquina con la carretera la 50, el "Maistro Lencho" ya cumplió 40 años colmando su vida de retos, forjando herrajes y transformando camiones.
Es un genio de la herrería, a su taller llegan vehículos chatarra y salen transformados en camiones para negocio. Por su calidad humana sus trabajos hablan y clientes no le faltan.