¡Detrás de cada tianguis, una labor invisible! Abelardo, el guardián de la limpieza en el mercado sobre ruedas 5 de Febrero en Culiacán
Abelardo Quesada Ríos, es el trabajador del Ayuntamiento que devuelve el orden a la calle Juan de la Cabada, donde se establece cada domingo el popular tianguis al sur de Culiacán
uliacán, Sinaloa.- Cada domingo, sobre la calle Juan de la Cabada, en la colonia 5 de Febrero, se despliega un tianguis que llena de vida a Culiacán. Los comerciantes y visitantes hacen de este lugar un punto de encuentro y actividad económica, pero cuando los puestos se levantan, alguien queda con la responsabilidad de limpiar lo que dejan atrás.
Ese alguien es Abelardo Quesada Ríos, vecino de la colonia Renato Vega Amador y empleado del Ayuntamiento de Culiacán, asignado al área de Aseo y Limpia desde hace nueve años.
“Desde hace tres años, me encargo de limpiar la zona donde se coloca el tianguis todos los domingos. Siempre me toca recolectar más de 18 bolsas negras gigantes”, relató Abelardo, que su labor es muy importante para devolver el orden a las rúas después de un día ajetreado.
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Quesada Ríos comparte que, antes de que la situación de inseguridad en la ciudad se agravara, comenzaba su jornada de trabajo alrededor de la una de la tarde.
Sin embargo, debido a los cambios en los horarios de los tiangueros por motivos de seguridad, ahora debe iniciar más temprano, adaptándose a las nuevas circunstancias para cumplir con su tarea.
Abelardo le da limpieza a la calle Cabada
Al recoger los desechos, Abelardo apila las bolsas de basura sobre la calle Juan de la Cabada. Poco tiempo después, un camión pasa a recolectarlas, asegurando que no queden residuos que los animales de la zona puedan esparcir.
El esfuerzo de empleado de la comuna no solo mantiene la zona limpia, sino que previene posibles problemas de salud pública y contribuye a la armonía del vecindario.
Abelardo no solo ve su trabajo como una responsabilidad, sino como una forma de aportar al bienestar colectivo. Los otros días de la semana se dedica a limpiar las calles del centro de la ciudad.
Para él, el trabajo duro es un medio para lograr un propósito más grande: el bienestar familiar. “Estoy orgulloso de mi trabajo porque me ayuda a sacar adelante a mi familia”, expresó, reflejando el valor que encuentra en su tarea diaria.
Más allá de la recolección de basura, su labor es un recordatorio de la importancia de la limpieza y el cuidado del entorno. Como bien señala el dicho: "No es más limpio el que limpia, sino el que no ensucia".
Su trabajo, aunque en ocasiones invisible para muchos, es esencial para la convivencia y el orden de una comunidad que, cada domingo, revive con el tianguis.
Abelardo Quesada Ríos representa la dedicación y compromiso de los trabajadores que, día tras día, contribuyen al bienestar de su ciudad, recordándonos que el trabajo honrado y constante es, en sí mismo, una fuente de orgullo y dignidad.