Jesús Yovani es un emprendedor que endulza el camino hacia el sueño de ser ingeniero
Con el apoyo de sus abuelos y el esfuerzo de su propio trabajo, ha encontrado en sus deliciosos pays una vía para costear su carrera.
Yovani Mancillas Jacobo, un joven de 20 años de edad y estudiante de Ingeniería en Sistemas en la Universidad Autónoma de Occidente en Culiacán, ha aprendido lo que significa trabajar duro para cumplir un sueño.
Con el apoyo incondicional de su familia y la solidaridad de sus vecinos en Navolato, Jesús ha logrado estudiar y seguir adelante, a pesar de las adversidades.
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Su historia es de dedicación y amor a la familia, pero también de creatividad: su negocio, 'Pays Pa’tí', nació de la necesidad, un hornito pequeño, y un impulso por cambiar su vida.
Un emprendimiento que cambia su vida
Jesús cuenta que todo comenzó hace cuatro años, cuando estaba en el último grado de preparatoria en el Conalep de Navolato.
“Estaba en la casa, limpiando y pensando en cómo podía generar dinero. Me habían regalado un hornito chiquito, y pensé ‘pues tengo el hornito, ¿qué puedo hacer con él?'"
Ese fue el momento en el que se le ocurrió la idea de hacer pays de queso, según confiesa para Tus Buenas Noticias.
“Con la beca Benito Juárez que me llegó en ese entonces, compré ingredientes y un bowl que no tenía, y empecé a hacer los pays”. Así, con el apoyo económico que pudo conseguir y muchas ganas, Jesús se lanzó a las calles para vender su producto.
Venció la vergüenza y logró el éxito
“Soy medio penoso, pero aquí ando vendiendo mis pays. Primero repartía en bicicleta en Navolato, luego empecé a ir al centro”, explica Jesús.
Con el paso del tiempo, sus clientes fueron aumentando y Jesús comenzó a ganar confianza.
Agradece especialmente a los habitantes de Navolato, quienes, como él comenta, lo han recibido con los brazos abiertos.
“La gente de Navolato ha sido muy solidaria conmigo. Sinceramente, si no fuera por la ayuda de la gente, no estaría estudiando. Todos han sido un gran apoyo”.
Además de la venta diaria de sus pays, Jesús se esfuerza cada fin de semana para asegurarse de poder cubrir los gastos de su carrera.
Gracias a una beca que obtuvo por parte de la UadeO, ahora puede costear con mayor facilidad sus estudios, lo cual representa un respiro, pero su negocio sigue siendo su principal fuente de ingresos.
En pie de lucha a pesar de las dificultades
A veces, la carga es abrumadora: “Se me han complicado estos días de escuela porque no tengo mucho tiempo, me estreso y ha sido difícil, pero sigo adelante”.
El papel de sus abuelos ha sido fundamental en su camino. “Mi abuela Irma Yolanda me ayuda a hacer los pays, y yo salgo a venderlos todos los días. Ella es mi mayor apoyo y a mi abuelita, de cariño, le decimos Mamá Yoli”, comenta Jesús, con un brillo en los ojos.
Su abuelo, a quien llama con cariño “Papá Chuy”, también ha sido una gran inspiración para él.
“Mis abuelos son mis ángeles. Ellos son muy nobles, siempre apoyan a toda la gente que lo necesita. Si no fuera por ellos, no sé qué haría. Estos últimos dos años me han dado techo, comida, casa; ellos se merecen el cielo”, dice con una voz cargada de gratitud.
La comunidad de Navolato también ha organizado varias ventas masivas para apoyarlo, y los vecinos participan de forma entusiasta en estas dinámicas, comprando su producto y animándolo a seguir con sus estudios.
“Cuando vienen todos juntos y se llevan los pays, me siento realmente apoyado. Eso me da fuerzas para seguir adelante y cumplir mi sueño de ser profesionista”, dice con una sonrisa.
Con su negocio de “Pays Pa’tí”, Jesús no solo ha logrado costear sus estudios, sino también construir un proyecto lleno de gratitud y esperanza.
Un ejemplo para seguir
La historia de vida de este jovencito es un ejemplo de que, con esfuerzo y una red de apoyo, es posible superar cualquier obstáculo que se presenta.
“Gracias a este negocio, he podido salir adelante. Si no fuera por él y por la ayuda de la gente, no habría podido lograr lo que tengo ahora, que es una oportunidad para estudiar y salir adelante”, dice con una voz cargada de esperanza.
En el futuro, Jesús Yovani espera ser el primer profesionista de su familia y devolver a la comunidad toda la ayuda que ha recibido.
Jesús Yovani es ejemplo de que, con esfuerzo, apoyo y un poco de ingenio, se pueden alcanzar grandes metas.
Como bien dice Jesús, con una sonrisa llena de gratitud, “si tienes el impulso y la gente te apoya, puedes salir adelante, no importa qué tan difícil parezca”. Sus pays son la alegría de sus consumidores, y para él son el impulso para alcanzar sus sueños.