Con sus creaciones, Lupita comparte la magia de la Navidad con todos en Alturas del Sur
Guadalupe Ramírez transforma su historia en arte navideño, llevando alegría a los hogares y esperanza a su corazón.
Guadalupe Ramírez Romero, conocida cariñosamente como Lupita, es una mujer emprendedora de 41 años que ha encontrado en las manualidades una manera de reconstruir su vida y brindar alegría a los demás.
Vecina de Monte Denali en Alturas del Sur desde hace 11 años, Lupita lidera “Creaciones Lupita”, un taller casero donde transforma cintas, fieltros y listones en decoraciones navideñas que iluminan hogares y corazones.
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Ejemplo de superación y amor propio
Pero detrás de cada corona de Adviento, cada nochebuena de listón y cada esfera artesanal, hay una historia de lucha, superación y amor propio.
Hace algunos años, Lupita enfrentó una profunda crisis personal. Los problemas familiares la llevaron a una depresión que casi la paraliza por completo.
"Sentía que no podía más, que no tenía propósito", confiesa con sinceridad para Tus Buenas Noticias.
Sin embargo, fue su hermana menor Sugeli, quien le tendió una mano en medio de la oscuridad.
"Un día llegó y me pidió ayuda para hacer un adorno navideño. En ese momento, no me di cuenta, pero estaba salvándome", recuerda con emoción en el timbre de su voz.
Ese pequeño gesto marcó el inicio de un cambio significativo. El adorno resultó ser tan hermoso que pronto llegaron más pedidos.
"Al principio eran encargos pequeños de vecinos y amigas, pero poco a poco me fui animando a dedicarme de lleno. Las manualidades me salvaron, y ahora son mi pasión", dice Lupita con una sonrisa de gratitud y una voz de aliento.
Hoy, sus creaciones van mucho más allá de las tradicionales decoraciones.
Además de las coronas y botas navideñas, Lupita ha innovado con productos como cojines temáticos y nochebuenas eternas hechas con listón, que se han convertido en uno de sus sellos distintivos.
Creaciones que le cambiaron la vida
"Me encanta crear cosas que duren, que la gente pueda guardar y reutilizar. Cada pieza lleva mi dedicación y amor", explica con alegría
.
El amor por las manualidades no es algo nuevo en la vida de Lupita. Desde pequeña, su madre le enseñó a bordar, inculcándole la paciencia y la creatividad que ahora aplica en su trabajo.
"Lo que no sé, lo aprendo. Veo tutoriales, pregunto, y siempre hay alguien dispuesto a compartir sus conocimientos. Yo también creo en compartir lo que sé; Dios da para todos", comenta con humildad y una fuerte voz de esperanza.
Con el tiempo, “Creaciones Lupita” ha crecido gracias al apoyo de sus vecinos, clientes que se han convertido en amigos y de sus redes sociales.
Aunque opera desde su hogar, sus productos han llegado a lugares tan lejanos como Sonora y Estados Unidos.
"Ver mis creaciones en otros estados o incluso en otro país es una emoción indescriptible. Es un recordatorio de que mi trabajo vale la pena," dice con orgullo.
Además de ser una fuente de ingresos, las manualidades son para Lupita una forma de terapia.
"Cuando trabajo, me olvido del mundo y de mis problemas. Es mi refugio, mi manera de encontrar paz," explica con mucha paciencia.
Esta pasión también ha inspirado a sus cuatro hijos, quienes participan activamente en su proyecto.
Sus hijos son su fortaleza
Jesús, su hijo mayor, combina sus estudios de Químico Farmacobiólogo con la creación de arreglos de regalos; Alexa, en la preparatoria, le ayuda en lo que puede; y los pequeños Heitian y América colaboran en tareas sencillas.
"Ellos saben que el trabajo es importante, y me apoyan siendo responsables. Me llena de orgullo ver cómo entienden el valor del esfuerzo," comenta con mucho orgullo.
Aunque el negocio ha prosperado, Lupita sueña con expandirse. "Quiero tener un taller propio, no algo grande porque quiero seguir cerca de mis hijos, pero sí un espacio donde pueda trabajar con más comodidad y recibir a mis clientes," comparte con ilusión.
Mientras tanto, su sala se transforma cada temporada en un pequeño taller navideño donde la magia cobra vida.
Así como en la vida de Lupita existe la superación personal, con sus propias palabras explica que el arte puede ser una herramienta para sanar.
"Nunca imaginé que algo tan sencillo como las manualidades podría cambiar mi vida. Ahora sé que con trabajo, fe y amor por lo que haces, todo es posible," reflexiona.
Al final, Lupita sigue llevando alegría a los hogares y demostrando que después de la tormenta, siempre llega la calma.