Luis Bernardo, el ingeniero que encontró su pasión en el sabor de los guisos en Culiacán
Con dos puntos de venta, uno en el Humaya y otro en Tierra Blanca, Luis y su esposa han forjado su oportunidad de negocio en Culiacán
La rutina de Luis Bernardo Sandoval comienza mucho antes de que el sol ilumine las calles de Culiacán. A sus 32 años, este joven originario de Guasave ha convertido su sueño de emprender en una realidad que se cocina a fuego lento y con el sazón casero de su esposa Karla Isela.
Graduado como ingeniero en Gestión Empresarial, Luis llegó a la capital sinaloense en 2017 buscando oportunidades. En un inicio, su camino fue variado: vendió enciclopedias educativas, libros de cocina y supervisó inventarios. Pero algo siempre lo impulsaba a buscar más, a querer construir algo propio.
En 2018, junto con su esposa, tomó el primer paso hacia su independencia al instalar un puesto de tacos de guisos frente a la Escuela de Enfermería, en la colonia Tierra Blanca. Fue el comienzo de Tacos de Guisos Carnaval.
¡Recibe las últimas noticias!
Sin embargo, lo que parecía un comienzo prometedor se enfrentó a los desafíos de la pandemia en 2019, que lo obligaron a pausar su negocio.
Un renacer en el bulevar Orquídeas
Lejos de rendirse, Luis Bernardo se adaptó. En noviembre de 2019, junto con su esposa Karla Isela, abrió un nuevo punto de venta en el bulevar Orquídeas, en Lomas de Humaya. Desde entonces, el aroma de sus guisos ha conquistado a vecinos y trabajadores de la zona.
Todos los días, Luis y Karla trabajan en equipo. Comienzan instalando su puesto, un triciclo motorizado donde ofrecen tacos de guisos como chicharrón en salsa verde, machaca con papas, pollo en crema con chipotle y muchos más.
Al terminar la jornada de ventas, él hace las compras y más tarde ambos preparan los alimentos para el día siguiente.
“Mi esposa, que es de Rancho, ella es la del sazón”, comenta Luis con orgullo.
Los clientes lo saben bien: la promoción de tres tacos y una bebida por 70 pesos se ha convertido en un éxito, especialmente el chicharrón en salsa verde, uno de los guisos favoritos.
Más que un negocio, una visión
Luis Bernardo no se detiene. Su visión trasciende el simple puesto de tacos. Entre sus metas está expandir su negocio a más puntos de venta, transformarlos en algo más establecido, “tipo restaurante”, explica.
Además, sueña con abrir una frutería-cremería que le permita abastecer su negocio de comida y ofrecer productos a la comunidad.
A pesar de los retos, como días en los que no pueden trabajar debido a situaciones externas, Luis y Karla han mantenido un optimismo que se refleja en su trabajo. “Bendito Dios, este punto ha respondido muy bien”, afirma.
Luis Bernardo es un ejemplo de cómo la resiliencia y el esfuerzo diario pueden transformar las circunstancias más adversas en oportunidades.
Desde su primer puesto frente a una escuela, hasta la consolidación de su punto en el bulevar Orquídeas, su historia es un testimonio de que, con pasión y dedicación, es posible construir un futuro prometedor.
Su comida es el deleite de consumidores y un nuevo amanecer para su visión de negocio.