Mélida Lizett Flores Cárdenas, un rostro de la esperanza y la gestión social en Villa Juárez
Con una infancia desde el centro de la comunidad se ha involucrado en actividades de servicio gestionando la ayuda a grupos vulnerables.
En el corazón de Villa Juárez, Sinaloa, una comunidad marcada por la diversidad y las carencias, habita una figura que representa esperanza y compromiso: Mélida Lizett Flores Cárdenas tiene vocación de ayuda.
Psicóloga de profesión y gestora social por vocación, Mélida se ha convertido en un pilar fundamental para los habitantes de esta región, que enfrenta retos derivados de su naturaleza multicultural y el flujo constante de migrantes.
Hija de Guadalupe Flores y Mélida Cárdenas, Mélida creció en un hogar donde el servicio comunitario era una forma de vida. Su padre, uno de los fundadores de Villa Juárez y comisariado ejidal durante años, se dedicó a gestionar apoyos para los pobladores.
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Su madre, desde una lonchería familiar, ayudaba a quienes llegaban con donaciones de alimentos como tomates y pepinos que compartía generosamente. Desde temprana edad, Mélida estuvo inmersa en un entorno donde ayudar era natural.
“Soy la tercera generación nacida en Villa Juárez, y amo este lugar. Aquí conviven tantas lenguas, culturas e historias. Si no fuera por los migrantes, Villa Juárez no sería lo que es hoy”, asegura con pasión.
El inicio de una vocación
Desde la primaria, Mélida soñaba con ser maestra, pero su camino la llevó a estudiar psicología.
“Nunca imaginé el impacto que tendría en mi vida esta carrera. Me ayudó a entender hasta dónde apoyar a las personas y reflexionar sobre cómo ayudar de manera efectiva”.
Durante su formación, continuó participando en actividades sociales, desde colectas de ropa hasta movilizaciones escolares y grupos juveniles en su iglesia local.
Una gestora incansable
Villa Juárez es hogar de una población original que ha sido ampliamente superada por migrantes temporales y permanentes, muchos de ellos hablantes de lenguas indígenas como mixteco, triqui y zapoteco.
Este mosaico cultural también trae consigo retos sociales, como la falta de acceso a servicios básicos y la necesidad de integración. Ahí es donde Mélida ha hecho su mayor impacto.
A lo largo de los años, ha trabajado en colaboración con figuras como Amalia López Zambrano, una reconocida gestora local, y en organizaciones como Desarrollo con Visión Social IAP.
Ha promovido colectas de juguetes para niños vulnerables, gestionado apoyos como sillas de ruedas, bastones y medicamentos gratuitos, y encabezado campañas médicas en alianza con Farmacias Similares.
Además, ha liderado esfuerzos de ayuda en emergencias como inundaciones.
Un compromiso que trasciende
En el ámbito deportivo, Mélida también ha dejado huella. Actualmente trabaja en un proyecto de liga de softbol femenil y apoya a niños en competiciones de béisbol 5, enfocándose en su desarrollo emocional y logístico.
Su trabajo no solo busca formar buenos deportistas, sino también fortalecer la autoestima y el sentido de comunidad en los más jóvenes.
Retos y propuestas para el futuro
Desde su perspectiva como psicóloga, Mélida ha observado cómo las problemáticas en Villa Juárez han evolucionado.
Comenta para Tus Buenas Noticias que a los conflictos familiares tradicionales se han sumado nuevas dificultades relacionadas con la tecnología, como la adicción digital y la falta de sueño en niños.
“Es necesario crear una red interdisciplinaria que dé seguimiento a los problemas comunes desde su origen hasta su solución, con la participación de todas las instituciones disponibles”, propone.
Un futuro lleno de esperanza
Con una visión clara y un corazón lleno de empatía, Mélida Lizett Flores Cárdenas es el ejemplo vivo de cómo el amor por una comunidad puede transformar vidas.
Su labor no solo ha impactado a los habitantes de Villa Juárez, sino que también ha sentado las bases para un futuro más inclusivo y solidario.
“Villa Juárez es un lugar lleno de cambios. Cada día es diferente, como los paisajes que rodean nuestros cultivos. Y en medio de esos cambios, quiero seguir siendo parte de las soluciones, trabajando de la mano con mi comunidad para hacer de este lugar un mejor hogar para todos”.
A través de su trabajo como psicóloga y gestora social, Mélida es una prueba de que las acciones individuales pueden desencadenar transformaciones colectivas.
Con voluntad y templanza se suma a los nuevos liderazgos que trabajan por fortalecer el tejido social de la comunidad.