¡Emprendedora de corazón! Soledad Félix construye un legado de trabajo y amor a través de cada venta en Culiacán
Soledad Félix Payán, conocida como “Sol”, ha dedicado más de 28 años al comercio en Culiacán, especialmente en la venta de ropa de segunda mano. Desde niña, mostró su espíritu emprendedor vendiendo en el estadio de los Tomateros junto a sus hermanos
Culiacán, Sinaloa.- Soledad Félix Payán, conocida cariñosamente como “Sol”, es una mujer que ha dedicado más de 28 años de su vida al comercio, especialmente a la compra y venta de ropa de segunda mano.
Soledad, pasión y legado en el comercio
Desde niña, “Sol” mostró su inclinación por el trabajo, acompañando a sus hermanos mayores a vender cacahuates, aguas frescas, tortas y hot-dogs en el estadio de los Tomateros, una experiencia que marcó su vida y despertó en ella una pasión por el negocio.
Con una actitud positiva y un enfoque centrado en el servicio, Soledad continúa su labor como comerciante, ofreciendo sobre el bulevar Agricultores en la colonia Amistad, productos diversos como ropa de segunda mano, zapatos, bolsos, cargadores para celulares y baterías, de lunes a viernes, desde las seis de la mañana hasta las dos de la tarde.
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Además, Félix Payán, desde hace más de dos décadas, es comerciante en el tianguis de Los Huizaches, cada domingo. “Los sábados son mi día de descanso”, comentó con una sonrisa.
Uno de los aspectos que distingue a “Sol” es su habilidad para generar lazos de amistad con sus clientes.
Gracias a su trato amable y honesto, ha logrado que muchos de ellos se conviertan en amigos, a quienes incluso les, ofrece productos a crédito, confiando en su palabra. “Tengo buenos clientes, les fio y regresan a pagarme, sin problema”, mencionó con orgullo.
A lo largo de los años, Soledad ha aprendido a enfrentar los altibajos del negocio, siempre con fe y esperanza. “Gracias a Dios, me considero una persona bendecida, porque, aunque algunos días las ventas no son las mejores, siempre sale para comer”, expresó con gratitud.
Además de su actividad principal en el comercio de ropa usada, “Sol” ha sido una mujer visionaria, buscando siempre nuevas oportunidades para generar ingresos.
También invierte en otros emprendimientos como la venta de esquites, cevichurros y otros snacks en eventos públicos que se organizan en Culiacán.
No importa el desafío, siempre tiene un plan para seguir adelante. Incluso en ocasiones especiales, como el Día de Muertos o el Día de las Madres, pone su negocio cerca del Panteón 21 de Marzo, donde hay mayor concurrencia.
A pesar de las dificultades económicas que enfrenta la capital sinaloense, Soledad sigue confiando en su capacidad de adaptación y emprendimiento.
“Ya estoy pensando en qué hacer para generar más ingresos. Tal vez vender calcetas, mallitas y hasta gorritos, y salir a vender casa por casa”, comentó con determinación.
Orgullosa de los logros alcanzados, Soledad destaca que su arduo trabajo como comerciante le ha permitido sacar adelante a sus hijos y construir un patrimonio.
“Con mi trabajo logré sacar a mis hijos y pude construir mi casita. Ahora, también ayudo con mucho amor a mis nietos”, dice, mirando con satisfacción los frutos de su esfuerzo.
De lunes a viernes, “Sol” trabaja en el bulevar Agricultores, esquina con Convención de Apatzingán, colonia Amistad, y los domingos en el tianguis Huizaches, sobre el bulevar de Las Minas, cerca de la avenida 21 de Marzo.
A través de su trayectoria, Soledad ha tenido la fortuna de conocer personas con un gran corazón que se han convertido en sus amigos, y a quienes, en momentos difíciles, ha recibido apoyo. “Soy una persona bendecida”, aseguró con una sonrisa.
Soledad Félix Payán nos enseña que el verdadero éxito no solo radica en los logros materiales, sino en la fuerza de voluntad, la perseverancia y la capacidad de adaptarse a los cambios.
Con cada prenda que vende, con cada amistad que cultiva, “Sol” demuestra que el esfuerzo diario y el amor por lo que se hace pueden transformar la vida, no solo de quien trabaja, sino también de quienes tienen la suerte de cruzarse en su camino.
Su historia es un recordatorio de que, a pesar de las adversidades, siempre hay una oportunidad para seguir adelante y construir un futuro mejor, paso a paso, con trabajo, fe y determinación.
