En Navolato, los habitantes de La Palma son ejemplo de resiliencia, emprendimiento y superación
Conoce a los habitantes de La Palma que con su labor se han convertido en héroes sin capa.
Villa Ángel Flores, La Palma, es mucho más que una comunidad; es un reflejo de esperanza, esfuerzo y amor por su gente. A través del proyecto 'El Verdadero Rostro de La Palma', ideado por José Luis Gallardo, presentamos a estos héroes anónimos que dejan huella con sus buenas acciones.
Estos hombres y mujeres representan el espíritu de La Palma: resilientes, emprendedores y dispuestos a dar lo mejor de sí para que su tierra se siga forjando a través del trabajo, la generosidad y el corazón.
Algunos ejemplos de superación
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Empecemos con Don Tomás Aguayo Frías, un hombre que con 86 años sigue siendo una de las figuras más queridas de La Palma. A sus 75 años de iniciar su negocio, todos en La Palma han comprado al menos un dulce o un refresco de sus manos.
Sin importar las crisis económicas o personales que ha atravesado, Don Tomás se mantiene firme, siendo ejemplo para todos los comerciantes del lugar. 'Aquí sigo, con mis dulces, porque este es mi hogar y mis clientes, mi familia', comenta con una sonrisa.
Otro pilar fundamental en la historia de La Palma es Demetrio Félix Burgos, mejor conocido como 'El Güero Joyero', quien, a sus 81 años, ha dejado una huella imborrable en el pueblo.
Tras 64 años de trabajo, su destreza en la joyería ganó el respeto de toda la comunidad.
Aunque ahora la vista no le permite seguir creando, conserva las herramientas forjadas por su propio hermano, como un recordatorio de su legado. 'La vida me ha dado muchas cosas y también muchas enseñanzas, pero lo más bonito es ver cómo los jóvenes valoran lo que he hecho', afirma con humildad.
Y en La Palma, también se encuentra la juventud que da esperanzas al futuro. Jonathan Montaño, con solo 23 años, es un joven artista que se esfuerza día a día por superarse y dejar una marca positiva. A través de su arte, Jonathan busca inspirar a otros jóvenes a seguir sus sueños.
'Pintar es mi forma de contar historias, de plasmar lo que siento por La Palma y por su gente', expresa con una pasión que desborda.
La educación también tiene un nombre en La Palma: El Profesor Héctor Melchor Román Campos. Con su dedicación a la enseñanza, logró que la secundaria Salvador Alvarado fuera una realidad en la comunidad.
Aunque ya no imparte clases, su legado vive en cada rincón de esa escuela. 'La educación es lo único que nadie te puede quitar, y en La Palma, me siento orgulloso de haber dejado mi granito de arena', comparte con nostalgia.
La creación y el arte siguen siendo una característica fundamental en La Palma, gracias a Óscar David Higuera, un hombre que ha dedicado su vida a esculpir en madera.
Con 79 años, sigue siendo un artista incansable que transforma trozos de madera en figuras que parecen cobrar vida. 'Mi trabajo es mi vida, cada pieza que hago tiene parte de mi alma', dice con humildad.
A José Luis Gallardo Castro, no solo lo conocemos por ser el creador de este hermoso proyecto, sino también por su dedicación al servicio y la ayuda a los demás.
Desde temprana edad, descubrió su vocación para apoyar a quienes más lo necesitan. El proyecto 'El Verdadero Rostro de La Palma' es la culminación de su esfuerzo por reconocer a las personas que realmente marcan la diferencia en la comunidad.
También es necesario mencionar a Alejandro Ríos Pacheco, un hombre de 87 años cuya cámara ha capturado los momentos más significativos de La Palma.
Don Alejandro, conocido por su pasión por la fotografía, ha sido testigo y artífice de la evolución del lugar. 'Cada fotografía que tomo es un pedazo de historia, un pedazo de La Palma', dice con una satisfacción que solo un verdadero artista puede expresar.
Entre los jóvenes también destaca Hilda Analú Gallardo Mireles, una niña de 13 años que, con su amor por el baloncesto y su sueño de ser empresaria, ha demostrado que no hay límites para lo que se puede lograr con determinación.
'Cuando tienes un sueño, no hay nada que te detenga, ni siquiera la edad', afirma con una seguridad que inspira a todos.
Y en el deporte, dos nombres se destacan con fuerza: Luis Fernando Gastélum Monzón, conocido como El Cholo, quien es una promesa en el béisbol, y Jesús Osmin Arredondo Soto, un joven futbolista que promete llevar el nombre de La Palma a nuevas alturas.
Ambos jóvenes han demostrado que el deporte es un camino para el éxito, no solo personal sino también para representar a su comunidad en el mundo.
Irene Higuera López, psicóloga y directora de Cáritas en La Palma, es otro pilar de apoyo emocional para los habitantes del lugar. A sus 64 años, ha dedicado su vida a ayudar a quienes lo necesitan, brindando apoyo y orientación con una calidez que la ha hecho ganarse el cariño de todos.
En el ámbito deportivo también destaca Eduardo Russell Godoy, conocido como 'El Chueco', entrenador de baloncesto y capitán de los Empacadores.
A sus 41 años, ha transformado la vida de muchos niños y jóvenes, enseñándoles valores a través del deporte. 'El deporte no solo te enseña a ganar, te enseña a ser mejor persona', dice con el corazón lleno de orgullo por su labor.
Por supuesto, no podemos olvidar a Dany Angulo Quiñonez, un futbolista que sigue dejando huella en La Palma con su pasión por el deporte, y a Jared Escalante Romero, quien ha cumplido su sueño de jugar en Europa, llevando en alto el nombre de su tierra natal.
Por último, Javier Alonso Guzmán, entrenador internacional de caballos, ha logrado llevar el nombre de La Palma a la realeza árabe, demostrando que no hay límites para los sueños cuando se trabaja con dedicación y amor. 'No importa cuán lejos llegues, lo importante es no perder de vista tus raíces', expresa con una sonrisa sincera.
La Palma es un lugar lleno de personas extraordinarias, todas unidas por un mismo propósito: mejorar su comunidad. El Verdadero Rostro de La Palma es un reflejo de la bondad, el trabajo arduo y el amor por su tierra.
Cada uno de estos personajes, desde los más jóvenes hasta los mayores, contribuyen de manera única a esta historia. Su legado es un testimonio de que, a pesar de las dificultades, La Palma sigue adelante, construyendo un futuro brillante con el esfuerzo de todos.
Así, el verdadero rostro de La Palma no está en sus calles ni en las casas, sino en sus personas, en sus historias, en su capacidad para seguir soñando, luchando y creciendo.
La Palma está hecha de gente buena, creativa y resiliente, que ha dejado un legado para las generaciones futuras. ¡Este es su verdadero rostro!