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Cuando mi hija de 3 años inhalaba el humo me sentí la peor mamá. La historia de Johana Camba

Cuando mi hija de 3 años inhalaba el humo me sentí la peor mamá. La historia de Johana camba

20 enero, 2025
La historia de Johana Camba y su salida de la adicción al cristal
La historia de Johana Camba y su salida de la adicción al cristal

“Mi hija en ese entonces tenía 3 años y estábamos fumando con ella adentro del carro. A ella le llegó un humo y como a los 5 minutos empezó a pellizcarse su piel. Y pues ahí todo mi mundo se me vino abajo, me sentí la peor mamá, me sentí culpable porque sin querer estaba drogando a mi hija”.

Este es el punto de inflexión en que Johana Inés Camba Muñoz, empezó a dejar su dependencia las  metanfetaminas y darse cuenta de que estaba perdiendo todo, lo más valioso de su vida por algo que sólo le causaba problemas.

Johana, residente de Puerto Vallarta, Jalisco, comenzó a consumir cristal a los 19 años, tras atravesar una depresión provocada por una separación.

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“Me adentré a ese mundo oscuro por mi tristeza, pero nunca pensé en el impacto que tendría en mi hija”, confiesa.


A sus 23 años, mientras reconstruye su vida, Johana nos platica que su adicción empezó con una amiga que era consumidora. Le rogó para que le diera una dosis para saber qué se siente. Consumió las anfetaminas por inhalación y le pareció lo más desagradable, como para no volver a hacerlo.

Pero un amigo le recomendó que mejor consumiera fumando, y fue así como empezó su dependencia y su camino por un episodio que hoy le causa pena. En entrevista para la serie ¿No pasa nada? Revela cómo le perdió la pena a consumir de constante frente a su hija, tanto en el coche como en el baño.

“Pues mi niña a menos de medio metro de mí, le llegaba el humo. Y ella de estar bien, de estar jugando, de estar contenta, aplaudiendo, gritando, yo empezaba a fumar (cristal) y a ella le llegaba el humo y empezaba a ponerse mal”.


Cambió el consumo abandonando a la familia

No me importaba, yo nada más le decía ¡cállate, cállate! ¡ahorita ya! o ¡ya métete a bañar! O sea nunca me importó, comenta con mucho pesar.

Según el National Institute Drug Abuse, el consumo de cristal causa pérdida de memoria, conductas agresivas, comportamientos psicóticos, problemas cardiacos, malnutrición y graves problemas dentales. También aumenta el riesgo de enfermedades infecciosas como la hepatitis y el VIH.

Yo andaba muy mal, llegó un día y me dijo que tenía hambre, que, si le compraba un taquito. Y yo le dije que no tenía dinero, pero sí tenía 200 pesos. Aquí la grapa te vale 150 pesos, y la pipa te la venden en 20 pesos. Entonces un taquito no me iba a salir ni en 20 pesos, y yo se lo negué a mi hija por comprarme una droga”.

Yo recuerdo que le dije, no tengo dinero, si quieres te puedo hacer un huevo y mañana te compro tacos.


Según el organismo Memours Teens Health, vivir con un padre o madre que usa drogas hace que los hijos se sientan mal y cambien su comportamiento. Muchos niños y niñas se deprimen o sufren ansiedad en esta situación.

Su adicción la llevó a descuidar a su hija al grado de abandonarla durante dos meses con su suegra. “La dejé porque en mi cabeza solo estaba fumando y estar con mi esposo. Eso está en el top de lo que más me duele: haberla dejado sola y haber perdido tanto tiempo”.

Actualmente, Johana ha dejado atrás las drogas y se enfoca en criar a sus dos hijos. Su historia es un testimonio de arrepentimiento y también un llamado de atención sobre los devastadores efectos del cristal en las familias.

“Mi niña es mi mundo entero, siempre ha sido mi compañera más leal, ha estado conmigo y le estaba fallando. Y ahí fue cuando decidí que no podía seguir así por ella. Que ella se merecía lo mejor y no podía tener una mamá drogadicta”.


Ahora Johana tiene 23 años, su hija tiene 6 años y un hermanito de un año, considera que su peor experiencia de vida fue haber probado la droga y haberse “enganchado”.

“Sé que no puedo borrar el pasado, pero puedo luchar cada día por ser la madre que mis hijos merecen”, concluye con la esperanza de que su experiencia inspire a otros a buscar una salida.


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