Mario Alcaraz: crece con la reparación de elevadores de autos por el bulevar Las Torres
Con solo 21 años, Mario Alcaraz ha convertido su pasión por los autos en un negocio próspero al sur de Culiacán
A sus 21 años, Mario Alcaraz ha transformado su pasión por los automóviles en un negocio prometedor. Desde su taller improvisado en el bulevar Las Torres, este joven emprendedor ha demostrado que con esfuerzo y dedicación se pueden alcanzar grandes metas.
Su historia es un ejemplo inspirador para aquellos que buscan construir su propio camino. Con tan solo cinco años en el negocio de la reparación de elevadores y chapas de autos, este joven originario de la colonia Nakayama, al sur de Culiacán, ha logrado ganarse la confianza de los automovilistas locales.
¡Recibe las últimas noticias!
Pero su taller no es como los tradicionales: Mario trabaja directamente en el camellón del bulevar Las Torres, un punto estratégico que ha sido clave para su éxito.
Los inicios de Mario en el oficio
A pesar de su corta edad, su habilidad para reparar elevadores de vehículos y manijas de autos le ha permitido crear una sólida base de clientes.
Muchos de ellos, en su mayoría residentes de sectores cercanos como Barrancos, Capistrano, Prados del Sol, Chulavista, San Isidro y otros, lo buscan para reparar los sistemas eléctricos de sus autos.
“Aquí en el bulevar empecé con mi tío, luego me quedé solo, pero ya con clientes, desde hace cuatro años. Muchos clientes ya me ubican, incluso llegan desde el norte de la ciudad, especialmente desde el sector Humaya. La gente me recomienda mucho”, comenta Mario.
En taller ambulante
El negocio de Mario no tiene un establecimiento físico. Su taller está al aire libre, sobre el camellón del bulevar Las Torres, justo en el cruce con la avenida Antonio Nakayama.
Este punto es ideal, ya que está ubicado en una de las avenidas más transitadas de la ciudad. La visibilidad ha sido fundamental para que, en tan poco tiempo, haya logrado que los automovilistas lo reconozcan y acudan a él.
Mario trabaja de lunes a viernes de 9:00 a 17:00 horas y los sábados de 9:00 a 16:00 horas. Aunque su jornada laboral es extensa, él no se queja, pues lo que le importa es que su trabajo sea bien hecho.
“Cada reparación toma su tiempo. Un elevador me lleva en promedio media hora, pero si tengo que reparar todo el sistema, puedo tardar medio día. Sin embargo, siempre trato de hacer las cosas rápidas y bien, porque la gente necesita que sus autos funcionen correctamente”, explica mientras termina de ajustar un elevador.
A lo largo de estos años, Mario ha logrado mantener una clientela fiel gracias a su habilidad y, sobre todo, a la recomendación de sus propios clientes. Durante la entrevista, al menos dos potenciales clientes llegaron al lugar buscando sus servicios en tan solo media hora. Esto es prueba de la confianza que ha construido.
Además de su negocio, Mario también estudia por las tardes, ya que entiende la importancia de prepararse para el futuro. “Trabajo y estudio, trato de balancear ambos. Mi mamá me apoya mucho y me da la motivación para seguir adelante”, comenta para Tus Buenas Noticias.
Mario Alcaraz, con su taller en el bulevar Las Torres, es un ejemplo de que la juventud puede ser sinónimo de esfuerzo, creatividad y, sobre todo, perseverancia. Nos demuestra que el trabajo honrado enaltece a las personas y los lleva por caminos de paz.