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De jornalero a empresario: la historia de Chavelo Olivas, el rey del pepino en Villa Juárez

Por más de 30 años es comercializador de cosechas de tomates de Mocorito y pepinos del valle de Culiacán

24 enero, 2025
Chavelo Olivas, sólo terminó la primaria pero creó una empresa comercializadora de pepinos
Chavelo Olivas, sólo terminó la primaria pero creó una empresa comercializadora de pepinos

En la tranquila y laboriosa comunidad de Villa Juárez, Navolato, donde el campo es vida y la producción de hortalizas una tradición que se hereda, se encuentra la inspiradora historia de Isabel Olivas García, conocido por todos como Chavelo el rey del pepino.

Originario de Los Llanos, una pequeña comunidad cercana a El Magistral, en el municipio de Mocorito, Chavelo llegó a Villa Juárez siendo apenas un adolescente.

Tenía tan solo 16 años cuando, como muchos otros, migró en busca de mejores oportunidades, cargando con sueños y el deseo de salir adelante. Su vida es hoy un ejemplo de esfuerzo, perseverancia y del impacto que tiene el trabajo en su comunidad.

Pepinos Olivas, Villa Juárez
La selección y comercialización de pepinos y tomates ha sido su especialidad

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En sus primeros años en Villa Juárez, Chavelo trabajó como jornalero, enfrentándose al arduo trabajo en los campos y las largas jornadas bajo el sol. Inspirado por su hermano Raúl, quien se inició en la comercialización de pepinos y tomates, se incorporó como ayudante mientras veía la empresa crecer.

“Mi hermano Raúl creó la Frutería Olivas en el Mercado de Abasto en Culiacán, mientras que yo decidí probar suerte como comprador y comercializador de hortalizas independiente. Es un negocio que me gustó mucho y nos ha dado muchas satisfacciones como familia”, comenta para Tus Buenas Noticias.


Empezó haciendo pequeñas entregas en el mercado

Nos platica que comenzó con una pequeña camioneta, llevando pepinos y tomates desde los campos agrícolas al mercado de abasto de Culiacán, y poco a poco se fue especializando en la compra y selección de productos.

Aquellos inicios humildes serían la base de lo que hoy es un negocio familiar muy respetado. Actualmente, Chavelo es el dueño de "Pepinos Olivas", una cadena de comercialización que fortalece la producción de tomates de los campos de Mocorito y pepinos del valle de Culiacán.

Pepinos Olivas
Chavelo Olivas y su esposa Felícitas Pérez han creado una empresa y una sólida familia

Con el esfuerzo de décadas construyó un modesto pero eficiente empaque semiindustrial en el corazón de Villa Juárez. Ahí es el lugar de trabajo familiar. Le acompaña su esposa Felicitas Pérez Pérez, originaria de El Potrero de los Gastélum, donde le robó el corazón, y le ayudan 3 de sus 4 hijos.

La familia Olivas se encarga de todo el proceso: desde el cepillado y encerado de los pepinos hasta el emplayado y el empaquetado en costales de malla plástica, conocidos como “arpillas”.

Pepinos Olivas Villa Juárez
La empresa familiar fortalece la economía de productores y consumidores locales

El empaque también cuenta con mesas acolchadas donde se extienden los pepinos para su selección, asegurándose de que cada producto cumpla con los estándares de calidad que caracterizan a su negocio.

Ahí procesa pepinos americanos y europeos, principalmente, aunque también ha trabajado con pepinos chinos y pickles.

“Manejamos mucho los pepinos europeos embutidos, porque tienen excelente calidad, son pepinos que estaban destinados a la exportación para cadenas comerciales de Estados Unidos, pero no pasaron el control de calidad por estar muy largos y no caben en las cajas, pero son excelentes para el mercado regional”.


Personalmente Chavelo, su esposa y el pequeño equipo de trabajadores embuten los pepinos para mejorar su presentación y conservar la humedad, lo que aumenta su vida útil en anaquel.

Chavelo y su equipo llegan a procesar hasta 200 arpillas de pepino diarias, mientras que en los días más intensos han logrado empacar entre 500 y 600 costales.

También comercializa tomate de Mocorito

Pero la actividad de la familia Olivas no se limita al pepino. También comercializan tomates, moviendo hasta 200 toneladas durante una temporada que va de octubre a abril.

Pepinos Olivas Villa Juárez
Chavelo Olivas es un personaje muy querido en su comunidad por su ejemplo de trabajo

Su estrategia incluye trabajar con productores de Mocorito, pues ellos siembran antes que los grandes cultivos de Culiacán, aprovechando los precios altos cuando la oferta es menor.

En una semana, Chavelo puede bajar hasta 40 toneladas de tomates provenientes de campos tomateros y hortalizas de Mocorito, principalmente de: Las Higueras de Los Vega, El Valle y Caminahuato.

Este flujo constante de producto es posible gracias a la red de productores con los que trabaja y a las camionetas que ha adquirido para el transporte de las cosechas.

La vida en Villa Juárez no ha estado exenta de retos. Con el paso del tiempo, la competencia en el mercado ha crecido, pero eso no ha detenido a Chavelo ni a su familia. Para ellos, esta actividad ha sido una bendición.

“Yo solo terminé la primaria, pero esta ha sido mi universidad. Es una actividad muy noble; nos ha dado satisfacciones y nos ha sacado adelante”, comparte Chavelo mientras supervisa las labores diarias en su empaque.


Añade que el trabajo en equipo con su familia ha sido fundamental. Su esposa Felicitas no solo es su compañera de vida, sino también su apoyo constante en el negocio. Juntos han creado un hogar en Villa Juárez, donde comparten el empleo, el pan y la sal.

El empaque Pepinos Olivas también genera empleo para vecinos de la comunidad fortaleciendo el tejido social y económico de Villa Juárez. Para Chavelo, este negocio es una honesta forma de sustento y una manera de contribuir al desarrollo de la región.

La historia de Chavelo Olivas es un ejemplo de cómo el trabajo duro, la perseverancia y el apoyo familiar pueden transformar vidas.

Desde sus humildes inicios como jornalero hasta convertirse en un empresario respetado, Chavelo ha demostrado que, con determinación y esfuerzo, es posible superar cualquier obstáculo.

Su legado no solo está en las arpillas de pepinos y las cajas de tomates que distribuye, sino en el ejemplo de superación que deja para las generaciones futuras en Villa Juárez, Navolato. Chavelo es ahí el rey del pepino, un orgullo para migrantes de Mocorito o cualquier otro destino.


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