Luis Fernando y Ana Rosario son los genios de las quesabirrias en Villa Juárez
Con las quesabirrias llevan el sabor del campo a la cocina, es un deleite de platillo regional para los visitantes del tianguis de Villa Juárez
Luis Fernando Castillo García y Ana Rosario Quezada no solo comparten el amor por la agronomía, sino también por la cocina. Son los genios de las quesabirrias en el tianguis de Villa Juárez impregnando el ambiente de sabor y aroma.
Este joven matrimonio, originario de familias migrantes en Sinaloa, ha encontrado una fórmula única para combinar su vida profesional y su pasión culinaria.
Entre semana son ingenieros agrónomos en empresas agrícolas exportadoras, y los domingos, se convierten en los cocineros estrella del tianguis de Villa Juárez, donde sus famosas quesabirrias son la sensación. 
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El negocio, que inició hace dos años, es el resultado de su esfuerzo y dedicación, comenta Luis Fernando para Tus Buenas Noticias.
"Todo empezó como una forma de generar ingresos extra, pero se ha convertido en algo que nos llena de orgullo", comparte Luis Fernando, nacido en Villa Juárez y especializado en irrigación.
Ana Rosario, su esposa, también agrónoma, es originaria de una familia migrante de Mazatlán. Ambos se conocieron en la Escuela de Agronomía, donde surgió su historia de amor y más tarde su emprendimiento.
¿Qué es una quesabirria?
La quesabirria es un platillo que ha conquistado los corazones y estómagos de los sinaloenses. Combina lo mejor de la birria, un guiso tradicional, con la sencillez de una quesadilla. 
La tortilla, hecha a mano y ahogada en salsa roja, se rellena con carne de birria y queso. Se dora en el comal y se sirve crujiente, acompañada de consomé, salsas y verduras.
"Vendemos las quesabirrias de res a 35 pesos la pieza o tres por 100 pesos. Incluimos el consomé y las guarniciones, y la gente puede pedir para llevar o para disfrutar aquí", explica Ana Rosario.
Trabajo en equipo y sabor garantizado
Cada fin de semana, la pareja comienza los preparativos el sábado al mediodía, cocinando la birria que se convertirá en el alma de sus quesabirrias. El domingo, desde las 5 de la mañana, están listos en su puesto, ubicado al inicio de la calzada Benito Juárez con la calle La Veinte.
"El flujo fuerte es de 8 a 11:30 de la mañana, pero a veces terminamos antes porque se nos acaba todo", comenta Luis Fernando.
El negocio no solo les ha permitido tener un ingreso económico extra, sino también generar empleo. 
"Las tortillas nos las hace una tía, Guadalupe Durán, quien las prepara artesanalmente un día antes. Eso nos asegura calidad y también ayuda a su economía", añade Luis Fernando Castillo.
Un sabor que une a la comunidad
El éxito de las quesabirrias de Luis y Ana radica en la calidad de sus ingredientes, en su constancia y cercanía con los clientes.
"La gente ya sabe que siempre estamos en el mismo lugar, con el mismo sabor. Eso nos ha dado una clientela fiel", destaca Luis Fernando.
Este matrimonio de agrónomos demuestra que, con trabajo duro, ingenio y pasión, es posible florecer tanto en el campo como en la cocina, llevando el sabor de las quesabirrias al más alto del gusto sinaloense. Juntos son un ejemplo de trabajo y pasión.
