Martín Carrillo es la voz ranchera de Jalisco
Una historia de pasión y talento musical
Martín Carrillo Robles, un joven de 32 años, orgulloso originario de Magdalena, Jalisco, encontró en la música no solo una pasión, sino una forma de vida.
Aunque cantar no estuvo entre sus intereses iniciales, el destino lo llevó a descubrir su talento en reuniones, donde sus amigos y familiares admiraban su manera de interpretar y su voz.
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Lo que inició por casualidad se convirtió en una carrera artística que hoy Martín ejerce con mucho orgullo.
Martin menciona que la frase del filósofo Friedrich Nietzsche, “la vida sin música sería un error”, le parece inspiradora, pues para él “La música es uno de los más grandes regalos que pudo darnos la vida”.
Menciona que su pasión por la música se encuentra influenciada por dos géneros, el rock, que lo marcó desde joven, y la música ranchera, que se escuchaba con frecuencia en su casa.
Este es el género con el que Martin se siente más cómodo de interpretar por su tesitura de voz, ya que tiene un registro de voz barítono tenor.
Una trayectoria autodidacta llena de logros
Martin menciona que su carrera en mayor parte ha sido autodidacta aunque, formó parte del coro de la Fundación Beckmann en Tequila, Jalisco, donde tuvo la oportunidad de presentarse en grandes escenarios como el Teatro Degollado y el Conjunto Santander de Artes Escénicas.
El momento que más aprecia fue el Encuentro Internacional de Zarzuela, acompañando al maestro Plácido Domingo y la Orquesta de Zapopan.
Nos comenta Martin que como cantante independiente se enfrenta a distintos desafíos.
“El mayor reto es tener que hacer todo por cuenta propia ya que, contar con un staff incrementa los costos, y muchas personas consideran caro el trabajo artístico”, explica.
Martín comparte un mensaje de aliento: “Traten de hacer todo con pasión y compromiso. Uno nunca sabe lo que puede transmitir a los demás con sus talentos. Siempre da lo mejor de ti, disfruta lo que haces y busca ser mejor que ayer”.
Martín Carrillo Robles es un claro ejemplo de cómo el talento, la dedicación y el amor por el arte pueden trascender fronteras, llevando un poco de Magdalena al corazón de quienes escuchan su voz.
