Con mucha imaginación, papel y cartón, Irma Hernández crea piñatas y que se convierten en el sustento familiar
Esta vecina de Alturas del Sur, vende sus creaciones desde casa y en tianguis locales para sacar adelante a sus cuatro hijos.
En una de las casas de Alturas del Sur, donde el ajetreo de la vida diaria se mezcla con el eco de las risas infantiles, Irma Hernández, de 45 años, convierte tiras de papel, pegamento y cartón en piezas que alegran cualquier fiesta infantil: piñatas.
Su negocio, "Creaciones y Ventas Juliana", lleva más de seis años siendo el pilar económico de su familia.
¡Recibe las últimas noticias!
Deseo de superación y lucha diaria
"Empecé a hacer piñatas porque necesitaba trabajar, pero no tenía quién cuidara a mis hijos. Mi mamá en Jalisco siempre hacía piñatas, y pensé que yo también podría intentarlo. Al principio no sabía, pero poco a poco fui aprendiendo", comparte Irma para Tus Buenas Noticias, recordando cómo su madre, ahora de 66 años, sigue haciendo piñatas como una tradición familiar.
Con cuatro hijos de 21, 16, 10 y 9 años, el esfuerzo de Irma es constante.
“Cuando llegamos a Sinaloa, la economía se puso difícil y los gastos crecieron con los niños. No nos alcanzaba, así que decidí buscarle. Hacer piñatas no es tan fácil como parece, hay diseños que son complicados, pero con el tiempo le vas agarrando el modo”, explica con una sonrisa que busca un cómplice.
Una piñata para todos los gustos
El catálogo de Irma se adapta a las tendencias actuales, desde personajes de videojuegos como Among Us hasta los populares Florks, ideas que muchas veces le proponen sus propios hijos.
"Yo ni los conocía, pero ellos me dicen: 'mamá, ahora están de moda estos', y me enseñan imágenes para que pueda hacerlos", confiesa con cierta pena.
Sus piñatas no solo se venden en casa, ubicada cerca del Parque de La Palapa en Alturas del Sur, sino también en espacios como el puente Lego y los tianguis de emprendedores.
"Me pueden hacer pedidos al 6672640205, siempre con anticipación porque los fines de semana estoy ocupada vendiendo fuera. También vendo cosas por catálogo para completar los gastos", detalla.
La educación de sus hijos es lo más importante
El trabajo no se detiene en casa de Irma, pues además de las piñatas, ella asegura que su prioridad son sus hijos y su educación.
"Mis hijas mayores están estudiando, una en prepa y otra ingeniería mecatrónica, y los niños van a la primaria. La escuela implica muchos gastos, pero lo hacemos por ellos, para que tengan un mejor futuro", dice con honra.
A pesar de las dificultades, Irma no pierde el ánimo. Su dedicación es el ejemplo perfecto de cómo, con creatividad y esfuerzo, se pueden transformar materiales simples en oportunidades.
"Todo lo hago pensando en mis hijos. Ellos son mi inspiración para seguir adelante", concluye.
"La necesidad te hace buscarle, pero también aprender", dice Irma. Una frase que resume su historia de lucha y perseverancia, enseñando que cuando hay voluntad, cualquier obstáculo puede ser superado.
