José María Lázare Rigueiro es “El Gachupín” que dejó huella en La Palma, Navolato
Un viaje desde Galicia hasta Sinaloa


Hace muchos años, en 1920, un joven de apenas 16 años llamado José María Lázare Rigueiro partió de su natal Ponte Ferreira, en Palas de Rei, Galicia.
España atravesaba tiempos difíciles, y con solo unos reales tomados de las limosnas de la iglesia donde servía como monaguillo y el apoyo de un tío, abordó un viejo barco rumbo a América.
¡Recibe las últimas noticias!
Una aventura que le cambió la vida

Su destino inicial fue La Habana, donde esperaba reunirse con sus hermanos mayores, pero al llegar se encontró con la trágica noticia de que uno de ellos había fallecido. Desolado, volvió a embarcarse como polizón, esta vez con rumbo incierto, y terminó en Argentina.
Con un espíritu aventurero y la firme convicción de labrarse un futuro, recorrió diversos países desempeñando múltiples oficios: panadero, carpintero, domador de caballos en el circo "Portugal Hermanos" e incluso escapista, un talento que asombraba a quienes lo conocieron, pues podía desatarse en menos de dos minutos sin que nadie descubriera su secreto.
Decidió su camino hacia el norte
Pero su destino final no estaba en el sur. Decidido a seguir avanzando, tomó camino hacia el norte y llegó a Sinaloa, donde comenzó vendiendo mercancía desde un carro ambulante. Ofrecía desde una aguja hasta los mejores sartenes de la época.
Fue en esas andanzas cuando conoció a María Rita Cuadras Castro, una joven hermosa que le robó el corazón. Su amor no fue bien visto por los hermanos de Rita, pues él era mucho mayor que ella y, sobre todo, "gachupín".
Sin embargo, eso no fue obstáculo para que se casaran y construyeran una familia, procreando cuatro hijos: Guadalupe, José Gilberto, Manuel y Humberto Lázare Cuadras.
Un hombre visionario

Don José, hombre trabajador y emprendedor, dedicó su vida al comercio. Fue propietario del primer molino de nixtamal en La Palma y también introdujo las primeras trilladoras John Deere 105, aunque no fue el primero en hacerlo, sino el segundo después de "Chugano" Gutiérrez.
Su circo, "Carpa Rosa", también fue parte de su legado, reflejando su espíritu inquieto y su amor por el espectáculo. Sin embargo, por encima de todo, su prioridad siempre fue su familia y su trabajo.
Nunca regresó a su querida España ni renunció a su nacionalidad; murió siendo "gachupín".
Su legado continua con vida
Los que lo conocieron cuentan muchas historias sobre él, pero su nieta mayor, quien se enorgullece de preservar su legado, recuerda con cariño el vínculo especial que los unía. "Siempre fui su nieta favorita porque decía que me parecía a una de sus hermanas", dice para Tus Buenas Noticias.
La vieja casona que él construyó sigue en pie en el corazón de La Palma, testigo de la historia de un hombre que cruzó océanos, recorrió caminos y dejó huella en una tierra que terminó por hacerlo suyo.
Porque más allá de los días vividos, lo que realmente importa son los momentos que se quedan en la memoria de quienes los atesoran y en La Palma, “El Gachupín”, sigue siendo recordado.