¡Helados y optimismo! Raymundo Gallardo, el hombre detrás de BonIce que endulza cada rincón del sur de Culiacán
La historia de "Don BonIce" es un testimonio de cómo la perseverancia y el trabajo honesto pueden transformar vidas. Su actitud positiva y dedicación inspiran a otros a no rendirse y aprovechar cada oportunidad para avanzar
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Culiacán, Sinaloa.- Hablar de personas trabajadoras, perseverantes y con actitud positiva es hablar de un hombre que desde hace 16 años deleita el paladar de sus clientes con la refrescante variedad de sabores de BonIce.
Para él, esta noble labor no solo representa su fuente de ingresos, sino también una de sus grandes pasiones.
16 años endulzando Culiacán
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Originario de la Ciudad de México, Raymundo encontró en Culiacán un lugar para crecer y consolidar su vida. A los seis años llegó a esta ciudad y, tras varios cambios de residencia a su tierra natal, decidió regresar definitivamente a los 42 años con la idea de que el clima caluroso impulsaría sus ventas del refrescante producto.
Y no se equivocó: su actitud positiva y carisma han hecho que cada vez más personas de todas las edades lo busquen para disfrutar de un BonIce.

Todos los días, de lunes a sábado y en ocasiones los domingos cuando las ventas están bajas, Raymundo recorre las calles del sur de Culiacán con su carrito lleno de sueños y freezzies.
Con la melodía de su campana y una sonrisa siempre presente, lleva un poco de frescura a hogares, escuelas y tianguis, donde ha construido lazos con clientes que lo aprecian y esperan con entusiasmo su llegada.
"Es muy bonito que la gente te tenga confianza, porque la confianza no se da, se gana", expresó con un semblante lleno de gratitud Raymundo, quien ha sido bautizado cariñosamente como "Don BonIce".
A sus 58 años, se siente motivado por su trabajo y ha inspirado a otros a dedicarse a la venta de este refrescante producto.
"Este trabajo es de perseverancia. Si le echas ganas, te va bien", reveló convencido de que cualquier labor, por más sencilla que parezca, es valiosa y digna cuando se hace con esmero.
Raymundo también recuerda con gratitud el apoyo de los culiacanenses durante la pandemia, un periodo difícil en el que muchas personas se solidarizaron con él, brindándole despensas y otros apoyos.
"La gente me veía en la calle y me apoyaba con comida, para tomarme un refresco, esas acciones son muy gratificantes y motivantes. Ese es el verdadero culichi", comentó emocionado.
El vecino de la colonia 10 de Mayo, se siente orgulloso de su trabajo, el cual le permite mantenerse activo, en buena salud y sin necesidad de ir al "gym", dice entre risas.
Además, le permite generar un ingreso con el que apoya a su hija y sus nietas, a quienes siempre aconseja que estudien, pues considera que la mejor herencia que puede dejarles es el conocimiento.
Aunque le apasiona la venta de BonIce, Raymundo también tiene un sueño: invertir su ahorro para el retiro en un negocio propio, como una lonchería.
Con la misma determinación con la que cada día empuja su carrito por las calles, confía en que su esfuerzo y perseverancia lo llevarán a alcanzar esta meta.
Raymundo Gallardo Viramontes es prueba de que la perseverancia y la actitud positiva pueden abrir caminos donde otros ven obstáculos.
Con cada BonIce que vende, no solo refresca los días calurosos de sus clientes, sino que también deja una huella de esfuerzo, gratitud y esperanza en su comunidad.
Su historia nos recuerda que cada trabajo hecho con pasión es valioso y que nunca es tarde para soñar en grande.
Mientras sigue recorriendo las calles con su carrito y su característico optimismo, Raymundo nos enseña que el verdadero éxito no solo se mide en ventas, sino en la confianza, el cariño y la inspiración que deja en los demás.
Historias como la de "Don BonIce" son ejemplo de cómo la actitud y el trabajo honesto pueden transformar vidas, inspirando a otros a nunca rendirse y a encontrar en cada oportunidad un motivo para seguir adelante.