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Don Germán es el vendedor de dulces que ha alegrado a miles de niños en Navolato

Hace 34 años es “el señor de los dulces” de la primaria Benito Juárez en el Centro

19 marzo, 2025
Don Germán vende dulces en las afueras de la primaria Benito Juárez en el Centro de Navolato.
Don Germán vende dulces en las afueras de la primaria Benito Juárez en el Centro de Navolato.

A las afueras de la escuela primaria Lic. Benito Juárez, en el primer cuadro de la ciudad, la imagen de Don Germán Hernández Jacinto es inconfundible.

Empujando su bicicleta transformada en un pequeño carrito de dulces, su presencia es sinónimo de alegría para generaciones enteras de niños que han pasado por esta escuela emblemática frente a la Plazuela Vicente Guerrero.

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Don Germán vende más que simples dulces

Don Germán llega todos los días con su carretita de dulces para hacer felices a los niños.
Don Germán llega todos los días con su carretita de dulces para hacer felices a los niños.

Desde hace 34 años, su carretita cargada de golosinas, "viejitas", raspados y chupa chupa ha sido el punto de reunión de cientos de pequeños que, apenas suena la campana de salida, corren emocionados a comprarle.

"Yo vine de vacaciones a Navolato, mi papá trabajaba en el corte del tomate y lo vine a visitar. Pero aquí me quedé cuando conocí a mi esposa, María Antonia Sosa Martínez. Fue amor a primera vista, la vi sacando agua de una llave y me enamoré de ella", cuenta Don Germán entre risas para Tus Buenas Noticias, recordando ese momento hace 38 años.


Con buen ánimo Don Germán vende los dulces todos los días afuera de la primaria Benito Juárez en el Centro de Navolato.
Con buen ánimo Don Germán vende los dulces todos los días afuera de la primaria Benito Juárez en el Centro de Navolato.

Así inició con la venta de dulces

Desde entonces, construyeron juntos una vida en este municipio que lo adoptó como suyo. Sin trabajo y con la decisión de no regresar a Veracruz, Don Germán empezó vendiendo cacahuates de cáscara en la esquina de la iglesia Francisco de Asís.

Fue un director de la primaria Benito Juárez quien lo invitó a vender afuera de la escuela, y así comenzó su historia con la comunidad escolar.

"Ahí me quedé. Empecé a vender dulces, viejitas, aguas, raspados y chupa chupa. Todo lo aprendí aquí viendo y preguntando, hasta la miel que uso para los chupa chupa la hago yo mismo", dice con una voz cargada de honra.


Los niños lo rodean, lo saludan con confianza y alegría, como si fuera parte de la escuela misma. Y es que lo es. Don Germán no sólo vende dulces, también es presidente de la Asociación de Padres de Familia de la escuela y tutor de un niño de sexto año.

Don Germán forma parte de la comunidad educativa

Además de dulces, Don Germán también vende chupa chupa y raspados en época de calor.
Además de dulces, Don Germán también vende chupa chupa y raspados en época de calor.

"Aunque no tuvimos hijos, mi esposa y yo adoptamos a un niño que ya se casó. Ahora, mi sobrino es como mi hijo, y por eso hago todo lo que puedo por la escuela. Me gusta mucho el trato con los papás, los maestros, los niños. Por esta escuela daría la vida", expresa con emoción.


Han pasado décadas y Don Germán sigue siendo testigo del paso del tiempo en la escuela.

"He visto generaciones completas. Niños que ahora son papás y mamás, y traen a sus hijos aquí conmigo. Es bonito saber que la gente me conoce y me respeta. No hay mejor paga que la satisfacción de verlos crecer y seguir aquí con ellos", comparte con una sonrisa.

De lunes a viernes, desde las seis de la mañana hasta las dos de la tarde, Don Germán se instala con su carretita frente a la escuela.

Más que un recuerdo que lo llena de orgullo

Sabe que su presencia es parte del recuerdo de la infancia de muchos navolatenses, y ese es un legado que lleva con orgullo.

"Me gusta mucho convivir con la gente, me llena de satisfacción que me recuerden con respeto y con cariño. Los niños siempre vienen corriendo aquí y hacen bola, y yo siempre los recibo con gusto", dice entre risas.

La historia de Don Germán es la historia de alguien que encontró su lugar en el mundo a través del trabajo, el amor y la comunidad.

Como dice el mismo Germán, "si existe el amor a primera vista, existe también el amor por lo que uno hace" y en Navolato, con don Germán dale a tu vida el toque dulce que necesitas.

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