¿Qué te gustaría de regalo de Navidad?
¿Qué es más importante en esta Navidad... El amor o el dinero?
Columna: Reflexiones de un aspirante a buen vecino. Por Miguel Calderón
Hoy tengo una pregunta: ¿Qué te gustaría de regalo de Navidad?. En estos días en los que la constante es verse en medio del tráfico y de las prisas de las compras navideñas llegó a mí el recuerdo de una frase de un escrito que actualmente se discute sí es o no de la autoría de Jorge Luis Borges.
El escrito es el siguiente: “Si pudiera volver a vivir… comenzaría a andar descalzo a principio de la primavera y seguiría descalzo hasta concluir el otoño. Daría más vueltas en calesita, contemplaría más amaneceres, y jugaría con más niños, si tuviera otra vez vida por delante”. <&p>
Supongo que este texto invadió mi memoria al tratar de entender por qué nos complicamos tanto la vida a la hora de elegir los regalos navideños. Agenda, tiempo y ahorros suficientes para emprender la ruta hacía los comercios más populares para la compra de lo necesario.
Pensar en qué le gusta al destinario es otro de los factores que hace compleja la tarea sin dejar de lado la dificultad para encontrar estacionamiento libre. De este tema me encontré un estudio reciente de la agencia de investigación Kantar.
De acuerdo con la publicación, este año cada mexicano dará en promedio cinco regalos, para lo cual destinará alrededor de $5,045 pesos, esto es, $608 pesos más que el año anterior.
El mexicano promedio tiene pensado elegir las siguientes categorías de obsequios. La gran mayoría planea obsequiar ropa o zapatos, en preferencia le siguen los juguetes, luego los perfumes, los chocolates y las galletas, accesorios para mujer u hombre, los cosméticos, los celulares, los vinos y licores, los libros y al final se optó por el dinero en efectivo, según este levantamiento.
Estas estadísticas me hicieron también regresar mi memoria a la época en la que le preguntaba a mis hijas, cuando niñas, qué sí que era más importante: el amor o el dinero. Las respuestas al unísono de Melissa, Natalia y Camila eran absolutamente contundentes: “El amor Papá”.
A la fecha no he tenido la sabiduría para definir cuál regalo de la lista de categorías que enuncié hace un momento reflejan más el amor que le tienes a tu semejante a la hora de entregárselo: ¿Un reloj, una Tablet, un perfume, un juguete o un abrazo?.
Me imaginó en pocos días frente a un glamouroso árbol de navidad rodeado de cajas grandes de regalo de colores diversos con moños dorados y a todos los presentes abriendo estas mismas cajas correspondientes a nuestros nombres.
Cada regalo en su interior, en lugar de costosos artículos adquiridos en la tienda de moda, conteniendo un pedazo de papel diciendo algo así como: “Mi regalo esta navidad para ti es mi sonrisa” o “te obsequió está nochebuena mi respeto y reconocimiento” o “mi presente para ti esta navidad es mi perdón”. ¿Cómo reaccionaríamos si nos tocará abrir un regalo cómo este? ¿Qué cara pondríamos?.
Esta reflexión pone a competir a la transmisión de los sentimientos positivos con nuestros seres queridos contra la posibilidad de entregar un bien material apreciado por la construcción social. ¿Qué tiene más valor? ¿Qué se agradece más? ¿Qué cuesta más? A mi WhatsApp me llegó un video que ilustra a cada miembro de una familia, los papás y los hijos, envueltos en papel de regalo ellos mismos dando a entender que cada uno de nosotros somos un regalo.
¿Qué tan buen regalo somos cada uno de nosotros para quienes interactúan en nuestro entorno? ¿Qué tan agradecidos estamos con Santa Clous porque nos obsequia tener muy cerca a los nuestros en estos días?.
Hace unos días mi hija Camila me preguntó: ¿Qué quieres qué te regale de navidad Papá? Yo le contesté: “No sé amor por el momento. Luego te digo. Déjame pensarlo”. Ya lo pensé bien. Quiero que Camila me regale la respuesta que me daba en su infancia cuando le preguntaba qué sí que era más importante: ¿El amor o el dinero?
