"Papá monarca" en la Empresa Familiar

Generalmente la empresa familiar nace y se desarrolla en su etapa inicial bajo el gobierno único, directo y pleno de su fundador; en muchos casos con el apoyo e inspiración de su pareja.

Esa forma de gobierno unipersonal, indispensable en ese inicio, puede convertirse a mediano plazo en un obstáculo para la evolución de la empresa. La incorporación de la familia a la empresa y los niveles de complejidad de ésta, pueden rebasar la capacidad de dirección del fundador, sin que este lo perciba.

Se requiere inteligencia, madurez y amor a la familia, para reconocer que “ya, hasta aquí pude solo; ahora necesitamos compartir decisiones, tareas y responsabilidades”.

Con frecuencia los fundadores caen en una contradicción en su discurso a la familia: mandan a la universidad a los hijos para que aprendan a dirigir la empresa, y el momento de incorporarlos a niveles de mando se va posponiendo indefinidamente. Eso provoca desánimo, y hasta deserción en algunos casos.

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Un padre empresario de 65 años de edad, con hijos graduados y/o capacitados mayores de 40 años, que sigue -el padre- ejerciendo un gobierno absoluto y unipersonal en la empresa, manda una señal poco motivadora a la familia, pero muy alentadora a su competencia que ya modernizó el sistema de gobierno de su empresa.

Sea porque tu empresa ya creció, o precisamente para que tu empresa crezca, se recomienda evolucionar hacia un gobierno colegiado, con personas tan inteligentes cómo tu; o más inteligentes que tú.

¿Temes perder poder, mando, con un gobierno corporativo o colegiado? No! Es al revés; los controles se facilitan, y todos trabajan con más entusiasmo.

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