Intentar privar de la vida a un tercero es un acto que no pasa desapercibido por las autoridades, y la sentencia es alta.

La privación de la libertad de cualquier ser humano es un acto indignante, y al ser un delito, la prisión se convierte en un acto de justicia. Por esta razón, cualquier persona que intente llevar a cabo un homicidio tentativo en Culiacán, pasará sus próximos 30 años de vida detrás de las rejas.

Según la Suprema Corte de Justicia de la Nación, para considerar que un homicidio se cometió en grado de tentativa es necesario que el agresor acredite que deseaba privar de la vida al ofendido, así como que llevó a cabo los actos necesarios e idóneos para quitarle la vida.

Siendo la característica más importante no haberse consumado el homicidio por causas ajenas a la voluntad del sujeto del delito.

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Por esta razón, según el reporte de la Fiscalía General de Sinaloa, fue sentenciado en juicio oral a 30 de años de cárcel sumado al pago por 723 mil 501.63 pesos para la reparación del año por el delito de homicidio tentativo; un individuo que intentó privar de la vida a su hermano y su cuñado en la ciudad de Culiacán por medio de un arma de fuego corta, según lo expuesto en la causa penal 442/2017.

De ahí pasó a realizarse la valoración de los datos contenidos en la carpeta de investigación, donde la Fiscalía confirmó el intento de delito y solicitó la orden de aprehensión correspondiente en contra del presunto responsable, misma que fue llevaba a cabo el 16 de octubre de 2017; donde se logró la vinculación a proceso y la medida cautelar de prisión preventiva.

Además de dicho acto, el mismo agresor es procesado por el delito de feminicidio agravado por razón de parentesco, imputado por la muerte de su esposa.

Esta persona, más allá de perder la libertad, dejará de disfrutar, quizá, los mejores momentos de su vida por haber delinquido.