Instituciones no deben trabajar solas en erradicar de violencia de género
La violencia familiar está ocupando en Sinaloa el lugar que no se quisiera tener. Participan representantes sociales en Panel sobre Violencia de Género.
La violencia familiar está ocupando en Sinaloa el lugar que no se quisiera tener. Participan representantes sociales en Panel sobre Violencia de Género.
Mujeres líderes en estudio y defensa de las mujeres coincidieron en afirmar que erradicar la violencia de género no es un tema solo de instituciones, sino que amerita un cambio social desde la concepción de los roles y las formas de convivencia.
A propósito del Informe de Paz que cada mes organiza el organismo Construyendo Espacios para la Paz, participaron en un foro sobre Violencia de Género, Laura González Bon, directora de ISMUJERES. Lydia Guadalupe Ojeda Esquerra, investigadora del Centro de Políticas de Género para la Igualdad entre Mujeres y Hombres de la Universidad Autónoma de Sinaloa, y Beatriz López Castro, integrante del Colegio de Abogados de Culiacán.
Durante su intervención, Laura González, directora del Instituto Sinaloense de las Mujeres comentó que en Sinaloa la violencia familiar está ocupando el lugar que no se quisiera que tuviera. Comentó que el abuso contra las mujeres no se vive de forma accidental, sino como un estilo de vida con patrones de conducta que se repiten en determinados núcleos sociales.
Destacó que los lugares públicos donde las mujeres manifiestan sentirse más inseguras son: el cajero automático, el banco, el transporte público, la calle, la carretera y el mercado.
La titular de ISMUJERES declaró que el estado está obligado a dar seguridad a las mujeres, pero también como sociedad debemos hacerlo. Lamentó que el feminicidio es el más cruel acto contra las mujeres, pero aún en Sinaloa se ven actos atroces de mujeres violentadas y calcinadas.
Dijo que el hecho de que no esté Sinaloa en las 10 entidades con más feminicidios, no es un satisfactor, porque mientras los homicidios se sigan dando “no podemos estar conformes aunque sean menor en números”. En cambio, puntualizó que en los 10 municipios con mayor número de feminicidios sí aparece la ciudad de Culiacán en el cuarto lugar.
González Bon refirió que no es más importante crear más centros de refugio para mujeres, sino cambiar la forma del trato para que nunca más haya maltratos y refugios. Sin embargo, consideró que los refugios son insuficientes para el número de casos registrados.
Lydia Ojeda Esquerra Comentó que cuando se comete violencia contra la mujer es violentarle sus derechos humanos, y es consecuencia de la discriminación que sufre la mujer en las leyes y en la práctica. Comentó que hablar de violencia contra las mujeres es un tema relativamente nuevo donde se está dando un avance histórico en infraestructura y presupuesto institucional.
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Sin embargo, lamentó que México ocupa uno del os primeros lugares en tema de violencia sexual en niñas y en feminicidio, siendo el feminicidio la violencia más extrema contra las mujeres.
Ojeda Esquerra explicó que como Centro de Políticas de Género para la Igualdad entre Mujeres y Hombres, están trabajando en la georeferenciación espacial contabilizando los datos y los casos de feminicidio con temporalidad, y con un seguimiento cualitativo, con el propósito de visibilizar a las víctimas, porque cada una tenía su proyecto de vida, su historia.
Puntualizó que en Sinaloa trabajan en 3 vertientes: justicia, prevención y política (generar los diagnósticos situacionales de violencia feminicida para proponer políticas públicas), a partir del análisis real de las características inmersas de feminicidio. Se incluye el análisis del espacio comunitario, y quienes eran sus agresores, para la exigencia de la justicia.
Cimentó que Sinaloa desde el 2017 está con la activación de la alerta de género, con disminución de feminicidio, pero en contraste la violencia de genero va en aumento. Mientras que este tiempo de confinamiento por la pandemia, han observado que coloca a las mujeres y las niñas en mayores niveles de vulnerabilidad de las violencias, evidenciando 10.5 mujeres en feminicidios al día en México.
Dijo que el reto con la pandemia habla de deficiencias de las propias instituciones para garantizar una vida libre de violencia, y de que haya una atención integral con perspectiva de género, lo que implica modificar muchas situaciones desde la justicia.
Beatriz López Castro expuso que la violencia de género no es un asunto privado, sino público. Y que no deben tratarse como eventos comunes o aislados, sino por interés penal, porque obedecen a factores de desigualdad y abuso de poder.
La importancia de que el estado imprima especial interés en la atención de este fenómeno atiende al compromiso que ha asumido a la suscripción de tratados internacionales. Comentó que en Sinaloa es tardío el tratamiento del tema porque se reconoce por Ley hasta principios de este siglo.
Dijo que es a partir de que este tipo penal fue tipificado en 2003 con modificaciones a la Ley, le han dado mayor protección jurídica y menos grados de impunidad.
La especialista en derecho comentó que la investigación de los casos de mujeres víctimas de homicidios se tienen que atender a una estandarización en la investigación, a través de pautas y protocolos que se ajusten a las normas y prácticas de tratados internacionales.
Durante su intervención defendió la figura de los refugios para mujeres agredidas, porque constituyen una forma de ser protegidas del riesgo inminente de perder la vida. “Se deben eliminar esas jerarquías de superioridad. En estos momentos los refugios son muy importantes porque se les debe dar protección a las mujeres en entera dignidad”.
Expuso que algunos delitos como violencia sexual, hostigamiento, y acoso, se incorporaron muy recientemente en el código, hasta el 2017. De igual manera, el hostigamiento se incorporó como un nuevo tipo penal, en tanto, el acoso se supeditaba a la petición de favores con relación a una situación jerárquica laboral, y hoy ha cambiado, implicando la demanda de actos de tipo sexual en cualquier manifestación.
La especialista explicó que la violación sexual, el estupro y el abuso sexual, ya se incluían en el catálogo de delitos, pero han venido teniendo modificaciones. Y en el caso del delito de trata de personas, en su mayoría es en contra de mujeres, niñas y niños. Comprendiendo una gran diversidad de conductas, donde el sujeto mantiene en esclavitud a sus capturados.
Reiteró que todos los organismos profesionales desde diferentes ámbitos deben alzar la voz para que los compromisos no queden fuera de la agenda pública de los gobiernos.
En el panel se lamentó que todavía Sinaloa permanezca con alerta de género, con pocos resultados, teniendo a los siguientes municipios en la lista de alerta: Ahome, Guasave, Culiacán, Navolato y Mazatlán.
