Participan ex agentes de Interpol y FBI en plática con ciudadanos y capacitación a cadetes en formas de reacción de policías ante delincuentes.

Tus Buenas Noticias. Especialistas ex agentes de la Interpol y FBI consideran esencial mejorar las prácticas de acción y reacción de policías de Sinaloa como estrategia para detener o inmovilizar a delincuentes en situación de riesgo para la población.

A promoción de Construyendo Espacios para la Paz, Cesar Guzmán, exagente de la PGR-INTERPOL y Arturo Fontes, exagente del FBI, participaron como conferencistas en un panel de “Protocolo y Reacción”.

Ambos exagentes coincidieron en señalar que se requiere mayor capacitación a policías sinaloenses en el tema de protocolo de actuación policial, pues en México, como en otros países latinoamericanos los agentes tardan en reaccionar en enfrentamiento contra delincuentes movidos por el temor de ser procesados por disparar.

Hablaron de la necesidad de tener entre los cuerpos de seguridad la autorización para usar armas incapacitantes no letales y saber emplear correctamente las armas de fuego policiales y cómo accionar las de fuerza letal.

Cesar Guzmán, exagente de la Procuraduría General de la República y la INTERPOL, comenta que ante una intervención, por reglamento los policías mexicanos deben persuadir, luego usar la fuerza física, las armas alternas y al último el arma de fuego, “pero no está enteramente de acuerdo”. Sin embargo, también tiene la opción de utilizar a fuerza inmediata necesaria.

Señala que en el sistema anterior el policía que disparaba de manera desigual al delincuente iba a la cárcel. Hoy se le puede abrir una carpeta de investigación y aplicar medidas cautelares, pero no necesariamente irá a cárcel.

Habló de darle al policía elementos disuasivos para no usar la fuerza, pero a la vez instruirlo en el tema de acción y de reacción para salvaguardar su vida y la de la sociedad.

Arturo Fontes, ex agente del FBI explicó que las políticas de entrenamiento de Estados Unidos les dicen que es mejor que un policía sea juzgado por 16 personas en una corte, que ser cargados por 6 personas en un ataúd para ser bajado a una tumba.

Si un agente policial piensa que su vida está en peligro inminente o de lesiones graves, o si la persona (delincuente) se da a la fuga y amenaza a otras personas, el agente puede usar su arma de fuego para neutralizar el peligro y está facultado para dar dos tiros para neutralizar la amenaza.

Ambos ex agentes coincidieron en señalar que la mayoría de los policías latinoamericanos no tienen buenos sueldos, ni equipo apropiado. Dijeron que el policía necesita respeto de la sociedad, que se le de el apoyo y la confianza y tener certeza jurídica de que no va a ser penado por su servicio a la sociedad.

En otro evento, ambos exagentes se reunieron con instructores y cadetes del Instituto Estatal de Ciencias Penales (INECIPE) para dar una plática con instrucción más a detalle sobre los protocolos de acción y reacción que les permita como agentes salvar sus vidas y proteger a la sociedad.