El programa Ser Policia Festeja a familias de policías de Culiacán
Con música, una obra de teatro y aplausos, fueron festejadas las familias de los policías de Culiacán.
Buscan honrar a los policías del municipio y fomentar la convivencia entre sus familias
El programa ciudadano denominado Ser Policía festejó a las familias de policías de Culiacán con un festival musical y una obra de teatro, como forma de honrar a los agentes de seguridad y sus familias por el trabajo que hacen en favor de la seguridad ciudadana.
Policías municipales uniformados y vestidos de civil se dieron cita en la concha acústica del Centro Cívica Constitución llevando a sus familias y en especial a sus hijos, en respuesta a la convocatoria que el programa Ser Policía realizó para hacer un festejo de convivencia.
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Daniel Gutiérrez Moore, responsable del programa ciudadano Ser Policía comentó que los policías merecen respeto y la atención de la sociedad porque dedican todo su esfuerzo y su integridad física para protegernos en toda condición de riesgo. Dijo que es importante que los hijos de los policías sepan la importancia que sus padres tienen en esta sociedad, porque ellos sí son héroes de verdad.
Óscar Guinto Marmolejo, Secretario de Seguridad Pública de Culiacán señaló que se sienten honrados como policías por esta labor de reconocimiento público que se les hace, porque Ser policía no es tarea fácil, sino un trabajo que la mayor parte del tiempo están expuestos a riesgos y a peligros.
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Comentó que están conscientes de todo lo que significa portar ese uniforme y el orgullo de servir. La protección y la convivencia armónica de la sociedad es parte de sus prioridades.
Como parte del festival musical se presentó un grupo norteño que amenizó con un amplio repertorio musical. Los policías y sus familias disfrutaron de la obra de teatro llamada "El Guardián en la aldea del Humaya", escrita exprofesamente para los policías por el maestro Miguel Alonso y con música de Carlos Cota.
La obra de teatro se desarrolla con la recreación de un grupo de zorros que vivían de manera cotidiana en la aldea del Humaya (ciudad de Culiacán) de manera pacífica, pero dos lobos plateados los perturbaban repentinamente causando despojos, destrozos y sembrando el terror sin que pudieran defenderse.
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La organización que logró con los zorros un defensor, y el ánimo que imprimió un “chaman” reconociendo sus méritos, permitió que los zorros se armaran de valor y confrontaran a los lobos malos al punto de restablecer el orden.
La obra se hizo integrando espontáneamente a los hijos pequeños de los policías reconociendo los valores y principios morales que debe caracterizar a la gente buena.
En medio de aplausos y agradecimientos los policías y sus familias regresaron a casa, sabiendo que en Culiacán la sociedad civil les recuerda el valor de Ser Policía.
