Seguridad, justicia y corrupción: obstáculos para la paz en México
Coinciden expertos en la necesidad de establecer agendas colectivas de participación ciudadana con medición de resultados.
Coinciden expertos en la necesidad de establecer agendas colectivas de participación ciudadana con medición de resultados.
Los temas de seguridad justicia y corrupción fueron señalados como los principales obstáculos a superar para lograr la paz en México. Esto durante ponencia de expertos en conferencia durante la Semana Internacional de la paz.
A iniciativa del organismo Construyendo Espacios para la Paz, participaron como ponentes: Leslie Solís, directora del Proyecto de Justicia Mundial, con sede en Washington; Carlos Juárez, director del Instituto para la Economía y la Paz; y Everard Meade, director del Instituto Transfronterizo de la Escuela de Estudios para la Paz Kroc de la Universidad de San Diego; teniendo como moderador a Orlando Camacho, representante del organismo México SOS.
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Durante la inauguración de la conferencia: “Contexto y realidad en México Problemas viejos y nuevos”, el empresario Alberto Coppel, promotor de estas iniciativas agradeció a los que contribuyen activamente para lograr la paz en México y dijo que la ausencia de paz detiene mucho la calidad de vida de las personas.
Destacó que en México hay ciudades, municipios y estados muy pacíficos, considerados paraísos de paz, que demuestran que nosotros también lo lograremos. Destacó que lo que más falta en estos momentos es unirnos y trabajar en equipo sociedad y gobierno, dando un fuerte apoyo a las fuerzas el orden, de los cuales muchos dan la vida por nosotros. Invitó a mexicanos a “seguir trabajando todos por la construcción de la paz”.
Leslie Solís, directora del Proyecto de Justicia Mundial, una organización que trabaja por medir y avanzar el estado de derecho a nivel global destacó que, en el índice de estado de derecho en México, según encuesta de 25 mil personas y especialistas, los 32 estados tienen muchos retos por delante, principalmente en: Gobierno abierto, derechos fundamentales, orden y justicia civil, entre otros.
Precisó que los grandes retos del país para alcanzar la paz, según estudios, es la corrupción a gran escala en poder ejecutivo, la seguridad por aumento de homicidios, y el tercer reto es la justicia penal, especialmente por la constante impunidad.
Comentó que cada estado tiene una realidad distinta. En este caso Sinaloa tiene una calificación de 0.42 en escala de 1; ocupando la posición 11 de los 32 estados, donde lo peor calificado es cumplimento regulatorio, el tema de libre de corrupción, “con bastantes retos, por debajo del promedio de otros estados. Lo que deja ver es que cada estado tiene fortalezas y debilidades”.
La responsable del Proyecto de Justicia Mundial afirmó que, de acuerdo con los datos del índice de estado de derecho, algo que tienen en común quienes pueden controlar la corrupción de manera efectiva, son los estados donde la prensa y la sociedad civil son contrapesos efectivos al poder.
Carlos Juárez, director del Instituto para la Economía y la Paz, expuso que no hay un solo factor que impulse la violencia. De manera que lo que hace el organismo que representa es ponerle métricas para poder hacer de la paz un concepto más concreto.
Dijo que en México estamos con un monstruo del crimen organizado, pero la violencia está permeando todos los ámbitos desde las familias, con un panorama amplio de violencias. Por lo cual se necesita abordar cada uno de estos problemas de violencias bajo perspectivas distintas, porque cada manifestación de violencia tiene factores distintos, en hogares distintos, bajo actores distintos. Por tanto, para tratar de construir paz, necesitamos asumir su complejidad, aseveró.
Para esperar resultados de paz destacó que urge desde hace años la construcción de una agenda colectiva que mida en el pequeño y largo plazo las soluciones necesarias. Las cuales si se construyen de manera local será mucho mejor, y cuanto más si se hacen colectivas. Esas agendas no las tienen en México, indicó.
El director del Instituto para la Economía y la Paz en México señaló que si los dirigentes de las instituciones educativas, o las carreras no tienen relación con quienes construyen las políticas públicas, el sistema de justicia, las instituciones cívicas, la parte policiaca, “entonces no sirve, no forma parte de la paz positiva”, puntualizó.
Felicitó a los organismos de la sociedad civil de Culiacán por tener la iniciativa de sentarse “a compartir, a dialogar donde se sientan empresarios, sociedad civil y actores del gobierno”. Pero afirmó que estas iniciativas no pueden estar en manos del gobierno, pues las agendas tienen que estar en mano de los actores que están siempre, porque los políticos van y vienen movidos por los intereses de partidos o personales.
Everard Meade, director del Instituto Transfronterizo de la Escuela de Estudios para la Paz Kroc de la Universidad de San Diego, refirió que la buena noticia es que la violencia en Sinaloa ha bajado muchísimo desde el tiempo del asesinato de del periodista Javier Valdez Cárdenas cuando ocupaba el lugar 30 entre los estados más violentos de los 32 estados de México.
Meade ha estudiado el tema de la Violencia en México. Dijo que Sinaloa mejoró en el 2018 y 2019, de manera que para el 2020, ocupa el lugar 18. “Sinaloa siempre figuraba dentro de los estados más violentos, ahora está en la mitad superior, en los estados con menos violencia, a pesar del jueves negro y otros incidentes espectaculares”.
Señaló que en estos resultados las fuerzas ciudadanas merecen todo crédito, el sector empresarial, educativo, gobierno, fuerzas del orden, y artistas. Porque cuando él llegó a Culiacán en 2014 (a impartir diplomados de paz), casi no existían esos esfuerzos ciudadanos, son una historia muy reciente.
Calificó a Sinaloa y a Culiacán, como mucho más resiliente, “gracias al reforzamiento de la ciudadanía, con grandes organizaciones cívicas”, y refirió que el daño causado del “jueves negro” es mucho más limitado, “lo que cambia es la norma, la expectativa, la confianza de que hay una ciudadanía que le interesa la paz, de modelar su propio destino”.
El especialista comentó que uno de los grandes retos, no es contrarrestar a la violencia, sino a la normalización de la violencia. Y enfatizó que “en Sinaloa hay un éxito, el éxito es la resiliencia”.
Comentó como un acierto de México crear la Comisión Nacional de Búsqueda. Pero consideró un descrédito para Sinaloa que desde el 2018 ocupa el nivel número uno en fosas clandestinas (151) y lugar 5 en desapariciones forzadas. “Es el reconocimiento de una historia negra, hacer público lo que los activistas y familiares han dicho por 10 años”.
Comentó que para la búsqueda de paz “los datos existen, los senderos para futuro más pacífico existen, la sabiduría existe, pero falta tener una política pública” apropiada.
Everard Meade comentó que lo que se ve en Culiacán es que se tienen muchas experiencias en común, “pero no compartidas, la violencia nos divide y el trauma nos aisla”, y sostuvo que hace falta crear foros donde se pueda discutir cara a cara con los actores.
Orlando Camacho, representante del organismo México SOS, comentó durante la moderación que, en la búsqueda de la paz en México, la ciudadanía tiene que estar presente. “Gran parte de las normas nuevas de cambios y leyes de los últimos 15 años ha llevado la iniciativa la ciudadanía y eso ocasiona un cambio”.
Destacó que cuando hay brecha entre ciudadanos y autoridades no se llega a nada. Hoy la parte cultural que se tiene que transformar es estrechar esa brecha, generar vinculo de trabajo con las autoridades, sean las que sean”.
